Universidad de Chile se impuso por 4-0 sobre Unión La Calera, jugando como visitante.
En una noche perfecta en el estadio Nicolás Chahuán, Universidad de Chile sacó a relucir lo mejor de su repertorio y aplastó por 4-0 a Unión La Calera, en un partido que confirmó su candidatura al título y la dejó a solo tres puntos del líder, Coquimbo Unido. El equipo de Gustavo Álvarez, diezmado por lesiones y suspensiones, sacó carácter, oficio y contundencia. Además, volvió a ganar como forastero fuera de Santiago después de una larga sequía. Y lo hizo en modo “ninja”: letal, sigiloso y sin perdón.
Assadi y Altamirano estuvieron inspirados
Javier Altamirano. |
La respuesta azul fue inmediata. Apenas un par de minutos después de la expulsión, Lucas Assadi, el joven talentoso que sigue creciendo con cada fecha, clavó un derechazo al ángulo y abrió el marcador con una clase que ya no sorprende a nadie. El golpe fue tan certero como elocuente: esta U sabe aprovechar sus momentos.
El vendaval no se detuvo. A los 18’, el juez cobró un penal en contra de los laicos por una supuesta mano de Ignacio Tapia, pero otra vez el VAR corrigió y dejó sin efecto un cobro injusto. Fue un alivio que apenas cinco minutos después se transformó en celebración para los universitarios. Javier Altamirano, cada vez más influyente en el mediocampo azul, asistió a Fabián Hormazábal, quien con precisión puso el 2-0.
La U era una máquina aceitada, implacable, y antes del descanso dejó casi todo resuelto. Assadi volvió a marcar diferencias con una corrida frenética y habilitó con inteligencia al ariete Rodrigo “Tucu” Contreras, quien anotó el tercero con frialdad de goleador.
En el segundo tiempo, con el trámite del partido totalmente controlado y una Calera sin respuestas ni energía, los universitarios bajaron una marcha… pero aún así siguieron golpeando. A los 76 minutos, Altamirano redondeó su gran actuación con una definición de calidad que cerró el 4-0 definitivo.
El elenco del chuncho le respira en la nuca al puntero
La goleada no sólo deja buenas sensaciones en el juego, sino que también impacta en la tabla: Universidad de Chile trepa al segundo lugar con 35 puntos y queda a tiro de cañón de Coquimbo Unido, el sorpresivo líder del torneo.
“Este equipo tiene carácter, sabe sufrir y también sabe golpear cuando hay que hacerlo”, dijo tras el encuentro un satisfecho Gustavo Álvarez, quien ha logrado recuperar la competitividad de un club históricamente grande, pero que en años anteriores había vivido más frustraciones que alegrías.
Ahora, con el envión anímico y futbolístico de esta victoria fuera de Santiago, la U se ilusiona. Porque volvió a ganar, volvió a golear, volvió a gustar… y volvió a pelear como un león lleno de orgullo y pasión.
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