jueves, 23 de enero de 2025

La paradoja libertaria frente a la inmigración: El evidente contraste entre el PNL de Chile y la ideología libertaria clásica

Esta semana se reunieron las firmas para formar el Partido Nacional Libertario, liderado por el diputado Johannes Kaiser.

Durante esta semana se constituyó en forma oficial el Partido Nacional Libertario (PNL) de Chile, liderado por Johannes Kaiser, el cual ha ganado notoriedad en las redes sociales por su postura absolutamente contraria a la inmigración, y también a los inmigrantes, metiendo en el mismo saco a inmigrantes honestos y decentes con los inmigrantes que son delincuentes. Esa actitud que resulta demasiado paradójica si se compara con los principios fundamentales del libertarismo clásico. Mientras el libertarismo tradicional aboga por la libertad de movimiento como una extensión de los derechos individuales, el PNL chileno ha adoptado una narrativa que, en ciertos casos, incluso podrá catalogarse como xenofobia. Este contraste merece un análisis profundo para entender cómo el contexto local y los intereses políticos han moldeado una versión particular de libertarismo que parece contradecir sus bases ideológicas.

Antes de cualquier conclusión acelerada, yo aclaro que estoy ciento por ciento en contra de la inmigración ilegal, que es ingresar al territorio nacional en forma fraudulenta a través de pasos ilegales. Dicho eso, de lo que también estoy totalmente en contra es de promover la xenofobia generalizada hacia todos los inmigrantes, metiendo en el mismo grupo tanto a migrantes ilegales y a aquellos que cometen crímenes y delitos, pero también a esos miles de personas decentes y honestas que han llegado a Chile a ganarse el sustento en forma honrada e íntegra.

Libertarismo clásico: la defensa de la libertad de movimiento

El libertarismo, en su forma más pura, se basa en el principio de la soberanía individual y la defensa de los derechos fundamentales. Uno de estos derechos es la libertad de movimiento, que implica que cualquier persona debería tener la posibilidad de buscar mejores oportunidades económicas o sociales, siempre y cuando no viole los derechos de otros ni las leyes vigentes en dicho país. Con esto se excluye el paso de un lugar a otro de los delincuentes, los que claramente son un lastre para cualquier país civilizado, y también a aquellos que ingresan ilegalmente a Chile a través de pasos fronterizos no habilitados.

Pensadores como Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, pilares del pensamiento libertario, argumentaron que la inmigración no sólo es un derecho individual, sino que también es un motor para la innovación y el crecimiento económico. Para los libertarios clásicos, las fronteras son una construcción artificial del Estado, y el ideal sería una sociedad en la que las personas puedan moverse libremente, con interacciones basadas en acuerdos voluntarios entre individuos. Si bien yo no estoy plenamente de acuerdo con esto, ya que por algo existen las fronteras entre las naciones, creo que encasillar a todos los inmigrantes de igual manera, sean buenos o malos, es algo muy negativo y que le hace pésimo a nuestra sociedad.

La postura del PNL: Un nacionalismo disfrazado de libertarismo

Johannes Kaiser.
El PNL chileno, sin embargo, ha adoptado una posición contraria a este principio fundamental. Johannes Kaiser y otros líderes del partido han promovido la idea de que la inmigración masiva, particularmente la llegada de haitianos y venezolanos en la última década, representa una amenaza terrible para la seguridad, la cultura y la estabilidad económica de Chile. Estas afirmaciones, aunque populares en ciertos sectores más ideologizados de nuestra sociedad, están cargadas de generalizaciones y, en algunos casos, de retórica abiertamente xenófoba. Es evidente que no todos los inmigrantes son iguales, y catalogarlos a todos de la misma forma claramente es xenofobia.

El PNL utiliza argumentos que vinculan a los inmigrantes con el aumento de la delincuencia y la presión sobre los servicios públicos, ignorando que estos problemas son, en su mayor parte, el resultado de fallas estructurales del Estado chileno, y el aumento exponencial de políticas socialistas que se han ido perpetuando en nuestro país, incluso durante gobiernos de centroderecha. Además, la narrativa y retórica de estos conservadores acomplejados que se creen libertarios refuerza un enfoque colectivista y nacionalista que prioriza la protección de los "intereses nacionales" por sobre los derechos individuales, un giro evidente respecto a los ideales libertarios tradicionales. En ese sentido, hay que ser claros: o se es libertario, o no se es... pero no se puede ser libertario a medias.

Las razones del cambio: contexto y oportunismo político

El alejamiento del PNL de los principios libertarios tradicionales puede explicarse por varios factores:

El contexto chileno: Chile ha recibido una migración significativa en un periodo relativamente corto, lo que ha generado tensiones en sectores vulnerables de la población. En lugar de abordar las causas estructurales de estas tensiones, como la falta de planificación gubernamental y el acceso desigual a los recursos, el PNL ha optado por culpar a los inmigrantes de la mayoría de los males que actualmente afectan a nuestro país.

Nacionalismo como estrategia política: El PNL parece estar adoptando una estrategia populista similar a la de partidos de extrema derecha en Europa y de algunos sectores ultras en Estados Unidos, donde se combina el liberalismo económico con un fuerte control estatal sobre la inmigración. Esta táctica busca atraer a votantes preocupados por la identidad nacional y la seguridad. Ese es su electorado base, y esos políticos lo tienen muy claro.

Rechazo al "Estado de bienestar": Aunque el libertarismo clásico también critica el Estado de bienestar, y yo también lo critico profundamente, lo hace desde la perspectiva de reducir el papel del gobierno en general. El PNL, además de esto, utiliza dicho argumento para justificar restricciones a la inmigración, sugiriendo que los inmigrantes "abusan" de los recursos estatales.

Consecuencias de esta contradicción

La postura del PNL no sólo contradice los principios libertarios, sino que también tiene implicancias preocupantes. Al promover una narrativa que asocia la inmigración con problemas sociales, se fomenta la discriminación y se exacerban las divisiones en la sociedad chilena. Además, al priorizar el nacionalismo por sobre la libertad individual, el PNL socava la coherencia ideológica que debería guiar su accionar político. La ideología libertaria de verdad, la original, es muy buena, pero es decepcionante cuando algunos la usan para camuflarse y no mostrar lo que en verdad son.

Referencias y contexto global

En el mundo, otras corrientes libertarias han adoptado posturas más alineadas con los principios clásicos. Por ejemplo, la organización estadounidense Cato Institute ha argumentado consistentemente a favor de la inmigración, destacando su impacto positivo en las economías receptoras. En contraste, movimientos que combinan libertarismo con nacionalismo, como el de algunos partidarios de Donald Trump, han demostrado que estas posturas suelen ser más efectivas como herramientas políticas que como soluciones reales a los problemas migratorios.

Reflexión personal al respecto

La postura del PNL respecto a la inmigración no sólo refleja un alejamiento de los principios libertarios clásicos, sino también implica un uso oportunista del concepto "libertario" para ganar apoyo político, tal vez tratando de buscar en forma desesperada una especie de "Javier Milei chilensis". Esta contradicción pone de manifiesto cómo los ideales ideológicos pueden ser moldeados por las necesidades políticas locales, a menudo a costa de los derechos individuales que el libertarismo busca proteger. En este sentido, creo que el PNL enfrenta un dilema: redefinir su postura para alinearse con el libertarismo clásico o seguir explotando el nacionalismo como estrategia política, incluso si esto implica renunciar a la coherencia ideológica.

Desde mi perspectica personal, deseo lo mejor al Partido Nacional Libertario. Ellos son de derecha dura, y en el Chile actual, cada vez más polarizado por culpa de la odiosidad de la extrema izquierda, claramente es necesario que en existan referentes ideológicos que se atrevan a defender sin complejos los postulados de la derecha tradicional. Este punto quiero dejarlo muy en claro, y por eso mismo lo reitero: igual le deseo mucho éxito a Johannes Kaiser y a su naciente partido político.

A Johannes Kaiser lo encuentro un tipo inteligente, tal vez demasiado inteligente para ser un político chileno, pero por eso mismo que me gustaría que él mismo saliera a aclarar si está a favor o en contra de la xenofobia que sí muestran muchos de los militantes y simpatizantes del PNL. Además, creo que si él quiere ser Presidente de Chile, tiene que ser contundente al respecto, y decir si está a favor o en contra de los casi dos millones de personas inmigrantes que viven en nuestro país, y acá me refiero a los inmigrantes decentes, no a aquellos que son delincuentes y que deberían de estar presos o encarcelados. En tiempos en que en la política nacional reina el silencio y la hipocresía, siempre será valorable que hayan líderes que se sinceren, y que digan las cosas de frente, aún cuando puedan generar diferencias con sus propios adherentes.

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