El Consejo Constitucional entregó el texto de nueva carta magna al Presidente Boric. En la ceremonia de cierre de proceso constitucional, la presidenta del órgano dijo también que se llevó adelante un trabajo “serio, sobrio y republicano en el más amplio sentido de la palabra”.
El reciente acto histórico de entrega de la propuesta de la nueva Constitución al Presidente Gabriel Boric por parte del Consejo Constitucional marca un hito trascendental en el camino hacia la consolidación de un Chile más moderno, pujante, seguro y estable. En medio de una atmósfera cargada de emociones y expectativas, este acontecimiento de carácter republicano refuerza la esperanza de un futuro en el que los valores democráticos y el bienestar de todos los chilenos sean prioridad.
El potente llamado de parte de Beatriz Hevia
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| Hevia y Boric. |
En la ceremonia de cierre de proceso constitucional, la presidenta del órgano dijo que se llevó adelante un trabajo “serio, sobrio y republicano en el más amplio sentido de la palabra”, frase que marcó a los presentes a este acto tan trascendental como solemne.
El Presidente Gabriel Boric, al recibir el texto constitucional, demostró una postura respetuosa y propositiva, enfocada en fomentar un debate informado y libre entre todos los ciudadanos. Al reiterar su compromiso con la promoción de un proceso transparente y participativo, el mandatario reafirmó su convicción en la importancia de que cada individuo pueda ejercer su derecho a una decisión informada y consciente, la cual se verá materializada en el crucial plebiscito de salida del domingo 17 de diciembre.
Un texto constitucional que apunta a encaminar a Chile hacia un futuro mejor
Es esencial resaltar que este texto constitucional representa un arduo trabajo de colaboración y reflexión, reflejando una amplia gama de opiniones y visiones para moldear un Chile más inclusivo y justo para todos, pero también mucho más firme en la lucha contra males tan nefastos como lo son la delincuencia y el terrorismo. La entrega de este documento constitucional marca un punto de partida crucial para la consolidación de un marco legal que refleje las aspiraciones colectivas de la sociedad chilena en su conjunto, por muy heterogénea, diversa e ideológicamente polarizada que ésta sea.
Es imperativo reconocer la importancia de este avance histórico y la necesidad de mirar hacia el futuro con optimismo y determinación. La propuesta de una nueva Constitución representa la oportunidad de sentar las bases para un país más justo, solidario y respetuoso de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, donde incluso se incluirán nuevos derechos inéditos hasta el día de hoy, como lo es el derecho del propietario para terminar de una vez por toda con el robo de las contribuciones a la primera vivienda. Sin lugar a dudas que este es un momento para que todos los sectores de la sociedad se unan en pos de un futuro próspero y armonioso para Chile.
El camino para terminar con cuatro años de incertidumbre
Además, es fundamental reflexionar sobre las preocupaciones expresadas por algunos sectores sobre el posible resultado del próximo plebiscito. La preocupación legítima de que un resultado en contra podría prolongar innecesariamente el proceso constituyente, generando incertidumbre y discordia en el país, no debe ser subestimada.
Llevamos cuatro años de estancamiento por culpa de un proceso constituyente incierto, y ya es hora de empezar a sentar cabeza. La necesidad de llegar a un consenso y avanzar hacia una resolución definitiva se vuelve cada vez más apremiante, con el objetivo de evitar un punto muerto que podría perjudicar aún más el desarrollo económico y la estabilidad del país.
La advertencia del líder derechista José Antonio Kast sobre las posibles consecuencias de un resultado adverso en el plebiscito debe ser tomada en consideración. La posibilidad de enfrentar un ciclo interminable de plebiscitos y revisiones constitucionales no sólo generaría inestabilidad política, sino que también podría desviar recursos y energía que deberían de ser más eficazmente utilizados para abordar otros desafíos más urgentes que enfrenta la nación.
Busquemos un futuro más prometedor para nuestro país
La comunidad debe permanecer vigilante y consciente de las implicaciones de su voto en este plebiscito crucial. La importancia de sufragar "a favor" radica en la posibilidad de establecer un marco constitucional sólido y duradero, que refleje los valores democráticos y promueva la estabilidad y la armonía social. La posibilidad de poner fin a la incertidumbre y avanzar hacia un futuro más prometedor para todos los chilenos es un llamado que debe resonar en cada uno de nosotros al momento de ejercer nuestro derecho al voto.
Por otro lado, si en diciembre gana el "en contra", es muy probable que las fuerzas políticas nos sometan a un nuevo plebiscito, para tratar de imponernos a la fuerza el borrador constitucional redactado por el "Consejo de Expertos", el cual es muchísimo más malo e izquierdista que la propuesta actual.
A veces en política también hay que saber ser estratégico. La política en ese sentido es como un juego de ajedrez, y muchas veces uno no se puede quedar con lo que idealmente quisiera, sino que con lo que es más viable. En ese sentido, votar "a favor" es lo más viable para Chile.
El plebiscito de salida representa un punto de inflexión para Chile. Es la oportunidad de consolidar el compromiso con un futuro de unidad y progreso. Al votar "a favor", estamos eligiendo la estabilidad, la certeza y la continuidad en la construcción de un país inclusivo, próspero, seguro, estable y económicamente pujante. Es hora de mirar más allá de las diferencias políticas y unirnos en torno a un objetivo común: el bienestar y la prosperidad de toda nuestra nación.
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