domingo, 16 de mayo de 2021

Lo que le falta a Chile es la amistad cívica

 Nunca creí que iba a decir esto, pero creo que extraño profundamente esa clase política de los años 90s. 

Viendo esta foto donde aparecen el General Libertador Augusto Pinochet junto a Edmundo Pérez Yoma y Jorge Burgos -ambos políticos ya retirados pero que contaron con una vasta experiencia durante la transición en Chile- me es imposible no ponerme a meditar al respecto, y concluir que la clase política de antaño era infinitamente mejor que la actual. Es así como es un despropósito tratar de comparar a gente como Patricio Aylwin, Ricardo Lagos, Eduardo Frei, Gabriel Valdés o el propio Jorge Burgos con neomarxistas de la calaña de Giorgio Jackson, Pamela Jiles, Camila Vallejo o Karol Cariola. Lo que hoy en día nos falta es amistad cívica, y eso nadie puede negarlo. 

Es así como quiero detenerme un poco en el concepto de la amistad cívica, que no es sólo un término banal. La amistad cívica fue un ideal político que fue descrito inicialmente por el propio Aristóteles, donde hablaba de la importancia de la concordia mutua entre los líderes de la polis, donde así pudieran dejar de lado sus legítimas diferencias para buscar un objetivo en común. Gracias a ello se puede hacer coincidir a las partes, hacerlas concordar en aquellos puntos que unen y no en los que dividen. Y eso es justo lo que más se ha perdido acá en los últimos tiempos, gracias al reemplazo progresivo de esa izquierda moderada y democrática por una ultraizquierda afiebrada y extremista. 

A la política chilena lo que actualmente le falta es esa capacidad de negociar, de buscar acuerdos en la mayoría de temas posibles; de tratar de buscar una concordancia centrípeta, es decir que trate de ir hacia el centro y no hacia las posturas extremas. Obvio que hay temas como la lucha contra el terrorismo, que es donde no se puede buscar acuerdos, ya que con terroristas no se negocia. Pero en otros temas sí hay que tratar de transar, sobre todo con esos sectores cada vez más escasos de la izquierda que todavía creen en la convivencia democrática dentro de nuestra propia sociedad. 

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