viernes, 10 de julio de 2020

El peor Congreso de la Historia

Lamentablemente, el fin del Sistema Binominal ha sido sinónimo de populismo extremo, e incluso de complicidad con el terrorismo. 

"El fin del Sistema Binominal será mucho mejor para Chile", repetían diversas voces tanto desde el lado de la izquierda como de la centroderecha. Después de tanto discurso bonito para la galería, todo terminó siendo un crudo volador de luces, que peor aún: trajo al Congreso la peor camada de diputados y senadores que ha tenido nuestro país en toda su Historia. Es brutal pero cierto: estos parlamentarios cada día se superan a sí mismos, saliendo jornada tras jornada con una sorpresa peor que la tarde anterior.
Una camada de políticos nefastos.

Yo ya lo he dicho en diversas oportunidades: estamos frente a la peor oposición que ha tenido nuestro país a lo largo de su Historia Republicana. Sin embargo, también hay que darle créditos a Chile Vamos: el bloque oficialista también ha sido un verdadero desastre, un asco.

Por un lado tenemos una izquierda infame, cada vez más polarizada hacia el sector de la ultraizquierda, donde grupos extremos como el Partido Comunista y el Frente Amplio son los que llevan la batuta hace rato. Además, este comportamiento nefasto se ha acrecentado desde aquel terrorífico 18 de octubre del 2019, fecha en que comenzó el Estallido Antisocial. Desde ahí en adelante, hemos visto una oposición más destructiva que de costumbre, cuya dos únicas prioridades parecen ser derrocar al presidente Piñera, además de defender y justificar a los terroristas y psicópatas pirómanos que les han hecho todo el "trabajo sucio".

Y por la vereda de al frente tenemos al famélico conglomerado de "centroderecha" integrado por Chile Vamos. Si describir a la izquierda causa espanto, describir a la derecha genera pena y vergüenza ajena. Acá vemos a políticos de poca monta, cuyo único objetivo parece ser ir a cobrar el sueldo, porque tienen cero carácter, cero valentía, y cero convicciones. Ya no podemos hablar de una centroderecha -y ni pensar en una derecha- sino que apenas podemos presenciar acá a una pseudoderecha acomplejada y cobarde, que con una actitud timorata se inclina de rodillas una y otra vez ante el pliego de peticiones que le exige la tropa de orcos vociferantes: los que patean puertas y que hacen barricadas para ser escuchados, como si esos energúmenos fuesen los únicos ciudadanos que hubiera en el país.

Con una izquierda que promueve el terrorismo, y una derecha inerte y sin convicciones, sin lugar a dudas que podemos referirnos con toda propiedad al peor Congreso de la Historia. Como diría Metallica: "Sad but true"...

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