Este domingo 26 de abril era la fecha en que originalmente se realizaría el Plebiscito Constitucional en Chile. Sin embargo, las medidas sanitarias tomadas en forma obligatoria a causa de la pandemia mundial por Coronavirus obligaron a suspenderlo, y fijarlo para el domingo 25 de octubre.
El Plebiscito y su futuro incierto. |
Sin embargo, todo parece indicar que para el 25 de octubre tampoco estarán las condiciones sanitarias mínimas para hacer un Plebiscito de esas características. La "nueva normalidad" (concepto odiado por la ultraizquierda cavernaria) obliga a que las personas no puedan aglomerarse por la posibilidad cierta de contagiarse el coronavirus, por lo cual de aquí a octubre sería una locura realizar un sufragio masivo, ya que eso sería facilitar aún más la transmisión de esta patología viral, que de por sí ya es bastante contagiosa.
Si el Plebiscito de octubre de 2020 se volviera a aplazar, necesariamente tendría que ser para una fecha en que ya exista una vacuna contra el Coronavirus, para evitar una propagación masiva de la enfermedad. Entonces, sí o sí habría que fijarlo para el año 2021, es decir el mismo año de las elecciones presidenciales. Es decir, se estaría dejando todo el proceso constitucional (y por ende el futuro del país) obligado a realizarse concentrado en unos pocos meses, y de seguro sería todo a la rápida y en forma improvisada.
En otras palabras, si se vuelve a "chutear para adelante" el Plebiscito, sinceramente creo que sería más lógico posponerlo en forma definitiva (en vez de hacerlo mal e improvisado sólo por el mero capricho de tener una Constitución lista antes de las elecciones presidenciales de diciembre del 2021).
Dado ya a conocer este crucial antecedente, me pregunto ¿vale la pena entonces seguir con la obsesión enfermiza de hacer sí o sí el Plebiscito Constitucional, pese a la pandemia por el Coronavirus?, ¿por qué no sería mejor dejar el debate constitucional como parte de la dialéctica para la campaña presidencial, donde cada candidato proponga su modelo de Constitución, y sean ahí los votantes los que tengan que elegir la opción que les parece más lógica?
Todo esto aparte de un antecedente no menor, y que jamás voy a dejar de decirlo: el Plebiscito en sí me parece una idea inútil, ya que justamente se fijó como la supuesta solución para frenar la brutal ola de violencia y terrorismo que afectó a Chile durante la Revolución del Octubre Rojo, y hasta la llegada a nuestro país de la pandemia no había servido para nada. Lo único que logró terminar con los ataques incendiarios de los delincuentes de ultraizquierda fue el Coronavirus, y no el Plebiscito. Aunque también es válido preguntarse: ¿dejarán los psicópatas pirómanos que el Plebiscito que ellos mismos consiguieron a través del Terrorismo sea suspendido nuevamente, o al menos que se decida su futuro dependiendo del resultado de la elección presidencial del 2021? Mi duda ya está lanzada, ahora sólo faltan las respuestas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario