domingo, 12 de enero de 2025

Bagaceratops: El pequeño dinosaurio con "cara de cuernos"

Este dinosaurio existió en Mongolia hace unos 80 millones de años, durante el período Cretácico.

El Bagaceratops ("pequeña cara con cuernos") es un dinosaurio ceratopsiano que habitó Asia, específicamente la región de Mongolia, durante el período Cretácico tardío, hace aproximadamente 75 a 80 millones de años. Este pequeño herbívoro, del tamaño de un perro mediano, nos ofrece una visión fascinante de los ceratopsianos primitivos y su evolución en los ecosistemas prehistóricos.


Características físicas: Pequeño pero robusto

Bagaceratops.
El Bagaceratops medía alrededor de un metro de largo, alcanzando la altura de la rodilla de un humano adulto, y pesaba aproximadamente 22 kilogramos. Era un dinosaurio pequeño y cudrúpedo. Su cuerpo era compacto y rechoncho, con una cola corta y triangular. A diferencia de otros ceratopsianos más avanzados, carecía de cuernos prominentes en la frente.

Su característica más distintiva era su cráneo robusto, que incluía una sólida placa ósea plana en el cuello, más corta que la de otros dinosaurios con cuernos. Esta placa pudo haberse utilizado para exhibiciones visuales, posiblemente cambiando de color para atraer parejas o intimidar depredadores. Además, su rostro estaba equipado con un pico curvado y extremadamente duro, ideal para cortar vegetación resistente como helechos, cicádeas y coníferas, las plantas predominantes de su época. Era un animal herbívoro, al igual que el resto de sus parientes más cercanos. 

En el hocico presentaba una pequeña protuberancia ósea que algunos expertos consideran que pudo haber sostenido un pequeño cuerno, similar al de un rinoceronte en miniatura.


Comportamiento y hábitat: Maestro del camuflaje

El Bagaceratops vivía en pequeños rebaños y probablemente habitaba regiones densamente vegetadas. Ante el peligro, este dinosaurio acorazado utilizaba su pequeño tamaño para escabullirse entre los helechos y ocultarse de depredadores más grandes.

Como todos los ceratopsianos, era herbívoro y dependía de su pico afilado para alimentarse de plantas leñosas. Su comportamiento social, aunque poco conocido, puede haber incluido la crianza cooperativa de crías, una estrategia común en los dinosaurios que vivían en grupos.


Descubrimiento e importancia paleontológica: un dinosaurio asiático

Los primeros restos de Bagaceratops fueron descubiertos en la década de 1970 durante una expedición conjunta polaco-mongola en el desierto de Gobi. Los fósiles encontrados incluyen cinco cráneos completos y otros veinte parciales, lo que ha permitido estudiar su ciclo de desarrollo desde neonatos hasta adultos. Sin embargo, el esqueleto postcraneal del Bagaceratops se conoce solo de manera fragmentaria.

Inicialmente, los restos fueron atribuidos a Protoceratops kozlowskii, pero más tarde fueron reclasificados como Breviceratops kozlowskii y finalmente como Bagaceratops rozhdestvenskyi en honor al paleontólogo ruso A. K. Rozhdestvensky.

Hoy, varios especímenes se encuentran en el Instituto de Paleobiología de Varsovia, Polonia, donde continúan siendo estudiados para arrojar luz sobre la evolución de los ceratopsianos.


Relación evolutiva: Entre lo primitivo y lo avanzado

El Bagaceratops es un ejemplo interesante de un ceratopsiano primitivo. Aunque evolucionó después de Protoceratops, retuvo muchas características arcaicas, como la ausencia de cuernos frontales y la pequeña prominencia en el hocico. Este conjunto de características lo convierte en un puente evolutivo entre los primeros ceratopsianos y sus descendientes más avanzados, como Triceratops.


Una joya del Cretácico tardío

El Bagaceratops es un recordatorio de la diversidad y adaptabilidad de los ceratopsianos en el período Cretácico. Su pequeño tamaño, comportamiento social y adaptaciones específicas lo convierten en un dinosaurio fascinante que ayuda a entender los ecosistemas asiáticos del pasado y la evolución de los herbívoros en esa época.

Bactrosaurus


 

Bactrosaurus: El enigmático herbívoro del Cretácico

Este dinosaurio existió en Asia central durante el período Cretácico. Es uno de los hadrosaurios más conodidos por la ciencia. 


Bactrosaurus.
Bactrosaurus, cuyo nombre significa "reptil de Bactria", es un fascinante dinosaurio herbívoro que habitó el centro y este de Asia hace aproximadamente entre 97 y 85 millones de años, durante el período Cretácico. Este dinosaurio no sólo es uno de los hadrosáuridos más antiguos conocidos, sino también uno de los mejor estudiados dentro de los hadrosaurios primitivos, lo que lo convierte en un descubrimiento crucial para entender la evolución de este grupo.

El Bactrosaurus no solamente es un dinosaurio interesante por sus características físicas y hábitos herbívoros, sino también es un ejemplo invaluable para comprender cómo los hadrosaurios primitivos se diversificaron y adaptaron en el Cretácico.


Características físicas y hábitos: Un dinosaurio de tamaño mediano

Bactrosaurus era un dinosaurio de tamaño mediano, con una longitud aproximada de 6 metros y una altura de 2 metros sobre sus cuatro patas. Su peso, estimado entre 1.100 y 1.500 kilogramos, era soportado por un esqueleto robusto, incluyendo un fémur de 80 centímetros. En diversas oportunidades, se ha dicho que estos animales eran como "las vacas de la prehistoria".

Este herbívoro presentaba características intermedias entre los iguanodóntidos y los hadrosáuridos. Poseía un pico curvo y sin dientes en la parte delantera, mientras que en la zona posterior de su boca albergaba centenares de dientes organizados en varias filas apiladas. Estos dientes formaban una superficie trituradora similar a una lima, ideal para moler ramas leñosas y plantas duras, adaptándose así a una dieta vegetal variada y resistente.

Aunque inicialmente se pensaba que carecía de una cresta craneal, estudios recientes han sugerido la presencia de una base incompleta de cresta, lo que refuerza su conexión evolutiva con los lambeosaurínidos. Sus grandes espinas vertebrales han llevado a los investigadores a especular sobre la posible existencia de una giba en su espalda.


Descubrimiento y estudio: Sus restos fueron encontrados en el desierto de Gobi

Los primeros fósiles de Bactrosaurus fueron descubiertos en la Formación Iren Dabasu, en el desierto de Gobi (China). Este hallazgo, que incluyó esqueletos parciales de seis individuos de diferentes edades, fue descrito en 1933 por Charles W. Gilmore. El nombre "lagarto de maza" hace referencia a las prominentes espinas neurales en forma de maza de algunas vértebras.

A pesar de que no se ha encontrado un esqueleto completo, las partes conocidas incluyen extremidades, pelvis y la mayor parte del cráneo, lo que ha permitido reconstruir gran parte de su anatomía y confirmar su importancia como un hadrosáurido basal.


Paleobiología y comportamiento: Tenían un comportamiento social avanzado

Bactrosaurus alternaba entre posturas bípedas y cuadrúpedas, dependiendo de la situación, y era capaz de alcanzar velocidades significativas, utilizando sus patas traseras musculosas y su pesada cola para equilibrarse. Además, como otros ornitópodos, se cree que cuidaba de sus crías, lo que sugiere un comportamiento social avanzado.

Un aspecto único en la paleobiología de Bactrosaurus es la presencia de tumores fosilizados en sus vértebras, incluidos hemangiomas, fibromas y cánceres metastásicos. Estos hallazgos, realizados en 2003, indican una predisposición genética o factores ambientales que afectaron a este y otros géneros relacionados, como Edmontosaurus y Brachylophosaurus.


Importancia evolutiva: Uno de los hadrosáuridos más representativos

Bactrosaurus ocupa un lugar clave en la evolución de los hadrosáuridos. Sus características mixtas entre iguanodóntidos y hadrosaurios avanzados sugieren que pudo ser una forma transicional en la historia evolutiva de este grupo. Su descubrimiento no solo amplió nuestro conocimiento sobre los dinosaurios herbívoros del Cretácico, sino que también proporcionó una ventana hacia los ecosistemas asiáticos del pasado.

Azendohsaurus

 



Azendohsaurus: El recóndito y poco conocido reptil herbívoro del Triásico

Este reptil primitivo inicialmente fue considerado como uno de los primeros dinosaurios, lo cual más tarde fue descartado.


Azendohsaurus.
Azendohsaurus, cuyo nombre significa "reptil de Azendoh", es un género extinto de arcosauromorfo herbívoro que habitó a finales del período Triásico, hace aproximadamente 223 millones de años. Originalmente considerado uno de los primeros dinosaurios, estudios más recientes han revelado que este fascinante reptil primitivo no pertenece al linaje de los dinosaurios, sino que evolucionó de forma independiente características similares a las de los dinosaurios herbívoros.

Aunque Azendohsaurus fue inicialmente malinterpretado como un dinosaurio, ahora se reconoce como un fascinante ejemplo de la diversidad evolutiva temprana de los reptiles. Sus restos, desde Marruecos hasta Madagascar, nos permiten entender mejor la complejidad de los ecosistemas del Triásico y la evolución temprana de los herbívoros terrestres.


Descubrimiento y nombre: una criatura única en la historia de la evolución

El primer hallazgo de Azendohsaurus tuvo lugar en la Formación Argana, ubicada en los Montes Atlas de Marruecos. La especie tipo, A. laaroussi, fue descrita en 1972 por J. M. Dutuit, a partir de una mandíbula parcial y dientes encontrados cerca de la villa de Azendoh, de la cual toma su nombre. Más tarde, en 2010, se identificó una segunda especie, A. madagaskarensis, en Madagascar, proporcionando un material fósil más completo.


Características y clasificación: Medía casi dos metros de largo

Azendohsaurus era un cuadrúpedo herbívoro de unos 1,8 metros de largo, con un cuello y una cola largos, adaptados posiblemente para alcanzar vegetación diversa. Aunque su dentadura, con dientes en forma de hoja y dentículos, recuerda a la de los dinosaurios herbívoros como los ornitisquios y prosaurópodos, no pertenece a este grupo.

Los estudios recientes indican que Azendohsaurus es un arcosauromorfo no arcosauriforme. Esto significa que, aunque compartía ciertas similitudes con los dinosaurios, como las adaptaciones craneodentales para procesar plantas, estas características evolucionaron de manera convergente en lugar de provenir de un ancestro común.


Especies conocidas: Se conocen dos especies pertenecientes a este género

  • Azendohsaurus laaroussi: La especie tipo, conocida principalmente por restos fragmentarios de mandíbulas y dientes hallados en Marruecos. Sus fósiles destacan por las adaptaciones avanzadas para una dieta herbívora.
  • Azendohsaurus madagaskarensis: Descubierta en Madagascar, esta especie proporciona información más detallada gracias a su esqueleto más completo. Muestra una mezcla de características basales propias de los arcosauromorfos y adaptaciones especializadas para la herbivoría.


Importancia paleontológica: Supo adaptarse a un entorno muy complejo

La historia de Azendohsaurus ilustra cómo los reptiles del Triásico exploraron diversas estrategias evolutivas para adaptarse a su entorno. La convergencia evolutiva entre Azendohsaurus y los dinosaurios herbívoros demuestra la capacidad de diferentes linajes para desarrollar soluciones similares frente a desafíos ecológicos comunes.

Además, el descubrimiento de A. madagaskarensis en Madagascar amplió nuestro conocimiento sobre la distribución geográfica y la diversidad de los arcosauromorfos durante el Triásico tardío.

Avisaurus: El ave lagarto del Cretácico Superior

Esta criatura primitiva existió durante el Cretácico Superior, en lo que actualmente es Norteamérica. En estricto rigor, fue un ave y no un dinosaurio.

Avisaurus, cuyo nombre significa "ave lagarto", es un género de aves enantiornitinas que vivió durante el Cretácico Superior en Norteamérica. Este género pertenece a la familia Avisauridae, un grupo de aves prehistóricas que incluye especies sudamericanas como Soroavisaurus y Neuquenornis. Los fósiles de Avisaurus, limitados a huesos fosilizados del tarso (tarsometatarsos), proporcionan una ventana fascinante al pasado remoto, cuando las Américas estaban separadas por el mar de Tetis.


Especies y distribución

Se reconocen dos especies dentro del género:

  • Avisaurus archibaldi: Descubierta en la Formación Hell Creek, en el actual Montana, Estados Unidos, y datada entre 70.6 y 65.5 millones de años atrás (Maastrichtiense). Representada por un tarsometatarso de 73.9 mm, destaca por ser uno de los enantiornitinos más grandes conocidos.
  • Avisaurus gloriae: Encontrada en la Formación Dos Medicinas, también en Montana, data del Campaniano (77-71 millones de años). Sin embargo, esta especie fue renombrada como Gettyia en 2018.

Los hábitats de estas aves incluían pantanos, lagos y cuencas fluviales de baja altitud cercanas al antiguo Mar de Niobrara, así como regiones más áridas y elevadas que eventualmente formarían parte de las Montañas Rocosas.


Historia del descubrimiento

Avisaurus y su presa.
El primer fósil de Avisaurus archibaldi fue recolectado en 1975 en el condado de Garfield, Montana, y fue descrito en 1985 por Brett-Surman y Paul, quienes inicialmente lo interpretaron como el hueso de un dinosaurio no aviano. Más tarde, en 1992, Luis Chiappe lo reclasificó como un ave enantiornitina. El fósil pertenece a la colección del Museo de Paleontología de la Universidad de California (UCMP 117600).


Importancia biogeográfica: Autóctono de América del Norte

La presencia de restos de aves similares en Norteamérica y Sudamérica sugiere una conexión faunística entre ambos continentes durante el Cretácico tardío, posiblemente facilitada por eventos de inmigración desde el sur. Inicialmente, se pensó que los fósiles de Avisaurus en Argentina eran evidencia de esta conexión terrestre. Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que los especímenes sudamericanos correspondían a otros géneros, como Soroavisaurus.


Relevancia paleontológica: Un verdadero eslabón perdido

El estudio de Avisaurus destaca la complejidad de la clasificación de los fósiles fragmentarios y la importancia de estos hallazgos para entender la evolución y dispersión de las aves en el Cretácico. Su nombre, que evoca su conexión tanto con las aves como con los dinosaurios, subraya su lugar en el dinámico mosaico de la vida prehistórica.

En conclusión, Avisaurus no sólo ofrece una visión de la diversidad de las aves primitivas, sino que también contribuye al debate sobre las conexiones entre los ecosistemas del Cretácico en las Américas. A pesar de estar limitado a restos fragmentarios, su legado sigue siendo clave para descifrar la historia evolutiva de las aves enantiornitinas.

lunes, 6 de enero de 2025

El absurdo mito de la piocha y el odio inagotable de la ultraizquierda en contra de Pinochet

Pocas mentiras más descaradas hemos visto en la política chilena cuando dicen que Augusto Pinochet "se robó" la piocha de O´Higgins.

A lo largo de los años, el episodio de la entrega de la piocha de O’Higgins por Augusto Pinochet a Patricio Aylwin se ha transformado en una pieza de folklore político que algunos sectores de la izquierda y la ultraizquierda chilena insisten en mantener viva. El mito absurdo y ridículo de que Pinochet se habría apropiado de la piocha, o que habría intentado retenerla, no es más que una exageración nacida de un odio visceral que no tiene fecha de caducidad. Sin embargo, en el video del hecho se denota claramente que tal teoría es falsa, muy falsa.

Augusto Pinochet.
El video, disponible en plataformas como YouTube, muestra con claridad lo que ocurrió aquel 11 de marzo de 1990. En el segundo 19, el general Augusto Pinochet cubre momentáneamente la piocha con su mano durante la ceremonia. Luego, cerca del final del video, a los 2 minutos con 27 segundos, se ve claramente cómo Pinochet entrega la piocha directamente en la mano de Aylwin. ¿Inusual? Quizás. ¿Un acto de sabotaje o rebeldía? Difícilmente. Lo cierto es que la piocha nunca desapareció y ha continuado su recorrido histórico en los sucesivos cambios de mando.

De todas formas, vale destacar que dicha piocha era una réplica de la original que fue utilizada por Bernardo O´Higgins, la cual desapareció el 11 de septiembre de 1973, durante el bombardeo al Palacio de La Moneda. 

Una herramienta más de la ultraizquierda furibunda y llena de odio

Sin embargo, este episodio sigue siendo utilizado como una herramienta para desacreditar a Pinochet, ignorando el hecho fundamental: la transferencia de poder en 1990 fue pacífica, ordenada y, sobre todo, democrática. El general, que gobernó con mano firme durante 17 años, pudo haber buscado perpetuarse, pero no lo hizo. Augusto Pinochet dio un ejemplo al mundo, y un tapabocas a sus más acérrimos detractores. Aceptó los resultados del plebiscito de 1988 y entregó el mando en un acto que, con todos sus matices, marcó el inicio de una transición que evitó una confrontación fratricida.

El odio enfermizo y persistente de la izquierda hacia Pinochet, alimentado por mitos ridículos como el de la piocha, impide a ciertos sectores reconocer este hecho histórico claro y evidente. El rencor oscurece una verdad incómoda para los comunistas, socialistas y sus aliados: la transición chilena fue, en gran medida, ejemplar en América Latina. Países vecinos vivieron procesos muchísimo más traumáticos, mientras que en Chile, el general Augusto Pinochet dejó el poder sin que se derramara una sola gota de sangre.

Altura de mitas frente a un acto ejemplar

De esta forma, es necesario reconocer que el general Augusto Pinochet respetó el compromiso de devolver el poder a las instituciones democráticas. Esa realidad merece ser recordada sin el velo de una narrativa deformada por el resentimiento y el odio descarnado de la izquierda chilena. 

Chile tiene el deber de mirar su historia con objetividad. La perpetuación de mitos absurdos como el de la piocha de O’Higgins sólo prolonga divisiones que ya no tienen razón de ser. Augusto Pinochet cumplió con el traspaso de mando y entregó la piocha, dejando en claro que, más allá de los simbolismos, lo que importaba era el acto en sí mismo: la vuelta a la democracia plena, la misma democracia plena que el propio Pinochet habría prometido en caso de perder el Plebiscito de 1988.