Disminuir el tamaño del Estado no sólo es una necesidad para nuestro país: a esta altura, ya es casi un imperativo.
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Congreso Nacional. |
En un contexto de una marcada crisis económica, profunda desconfianza en las instituciones y un Estado cada vez más burocrático, se hace imprescindible replantear la estructura gubernamental de Chile. La proliferación casi enfermiza de ministerios, la fragmentación regional absurda y un Congreso sobrepoblado de personajes circenses han generado ineficiencia, altos costos y una gestión poco coordinada. Ante este escenario, urge una reforma integral que contemple la reducción del número de ministerios, una nueva regionalización y una menor cantidad de parlamentarios.
La imperiosa necesidad de reducir el número de ministerios
Chile cuenta actualmente con 25 ministerios, un número elevadísimo en comparación con países desarrollados. Esta estructura ha generado una burocracia ineficiente, sobrecostos administrativos, una sobrepoblación de operadores políticos y una difusa asignación de responsabilidades. La reducción que yo propongo haría pasar de esos 25 a 13 ministerios, lo que permitiría mejorar la coordinación gubernamental, optimizar recursos y acelerar la toma de decisiones.
Los ministerios propuestos y sus funciones:
- Vicepresidencia de la República: Integraría las funciones de SEGPRES y SEGEGOB, centralizando la coordinación política y la vocería del Gobierno. Su rol sería garantizar una comunicación fluida entre el Ejecutivo y los demás poderes del Estado, además de gestionar estrategias políticas de gobierno. Estaría liderado por el Vicepresidente de la República y el Subsecretario de Gobierno.
- Ministerio de Hacienda y Crecimiento Económico: Enfocado en la administración de las finanzas públicas, la política fiscal y la gestión del presupuesto nacional, asegurando la estabilidad financiera del país, poniendo un especial énfasis en el crecimiento económico de Chile, así como también en la generación de más y mejores empleos.
- Ministerio de Economía y Fomento Económico: Fusionaría Economía, Agricultura, Pesca, Silvicultura, Turismo y Servicios, promoviendo el desarrollo productivo y la competitividad nacional.
- Ministerio de Relaciones Exteriores: Mantendría sus funciones actuales de diplomacia, comercio internacional y cooperación exterior.
- Ministerio de Defensa Nacional y Seguridad Pública: Unificaría en una sola entidad la Defensa Nacional y la Seguridad Pública, coordinando la protección territorial y la seguridad interna del país.
- Ministerio de Desarollo Industrial: Se centraría en el desarrollo industrial, energético y minero de Chile, sectores claves para la economía nacional y la autosuficiencia energética. Otro nombre propuesto acá sería "Ministerio de Obras Ingenieriles".
- Ministerio de Temáticas Sociales: Abarcaría políticas de inclusión social, protección de sectores vulnerables y apoyo a familias en situación de riesgo.
- Ministerio de Salud: Responsable de la gestión del sistema sanitario, asegurando el acceso a la salud pública y privada de calidad.
- Ministerio de Educación: Encargado de la enseñanza en todos los niveles, desde educación preescolar hasta la educación superior, promoviendo la calidad y equidad en la enseñanza.
- Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: Supervisaría la administración judicial y la promoción de derechos fundamentales, garantizando el acceso a la justicia y el respeto a los derechos humanos.
- Ministerio de Gestión Cultural y Deportiva: Unificaría las áreas de cultura, deporte y recreación, fomentando el acceso a actividades culturales y el desarrollo del deporte a nivel nacional.
- Ministerio de Urbanismo: Planificaría el desarrollo urbano sostenible y la infraestructura nacional, abarcando temáticas como vivienda, obras públicas, transporte, telecomunicaciones y administración de bienes nacionales.
- Ministerio de Ciencia y Medioambiente: Impulsaría la investigación científica, la innovación tecnológica y la protección medioambiental, promoviendo un desarrollo sustentable y sostenible.
Beneficios de la reducción ministerial:
- Menos gasto público: Reduciría el costo de la burocracia y permitiría reasignar recursos a áreas prioritarias como salud y educación.
- Mayor eficiencia y coordinación: La eliminación de funciones redundantes agilizaría la gestión gubernamental. Se sacaría del Estado a un enorme número de operadores políticos que ocupan cargos innecesarios, injustificados y muchas veces redundantes.
- Agilidad en la toma de decisiones: Con menos niveles jerárquicos, se podría implementar políticas de manera más efectiva.
- Mayor transparencia y fiscalización: Un aparato estatal menos fragmentado sería más fácil de supervisar, reduciendo espacios para la corrupción.
Una nueva Regionalización para Chile: Menos regiones, mayor cohesión territorial
El sistema de 16 regiones ha generado desigualdad en la distribución de recursos y una fragmentación administrativa innecesaria. La fusión de regiones en solo 8 macro-regiones permitiría una administración más eficiente y una identidad territorial más arraigada.
Con esto, la llamada "identidad regional" de las personas pasará a ser ahora una "identidad provincial", ya que las provincias existentes en la actualidad se mantendrán tal como están.
Las nuevas regiones propuestas:
Región Norte: Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama.
Región Centro-Norte: Coquimbo y Valparaíso (excepto la zona costera central).
Región Metropolitana: Santiago y sus alrededores.
Región del Litoral Central: Costas de Valparaíso y O'Higgins.
Región Insular: Todas las islas de Chile, incluyendo Rapa Nui y el Archipiélago Juan Fernández.
Región Centro-Sur: O'Higgins (continental), Maule, Ñuble y Biobío.
Región Sur: La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.
Región Austral: Aysén y Magallanes.
Ventajas de esta reorganización de las regiones:
- Mayor equidad en la distribución de recursos.
- Menos burocracia regional y mayor eficiencia administrativa.
- Identidad provincial más marcada, fortaleciendo la cohesión territorial.
Reducción del Congreso: Menos parlamentarios, mejor representación
El Congreso chileno ha crecido de manera desproporcionada y absurda, con 155 diputados y 50 senadores. Esta inflación legislativa ha generado debates extensos y poco productivos, además de altos costos fiscales. La reducción a 22 senadores y 50 diputados permitiría una representación más eficiente y menos onerosa.
Además, se le daría una mayor representación política a sectores geográficos postergados, como lo son las islas de Chile, las cuales ahora serían una región aparte.
Propuesta de distribución del Congreso:
- Senadores: 2 por cada una de las 8 nuevas regiones, excepto la Metropolitana, que tendría 6 (total: 22 senadores).
- Diputados: 5 por cada región, excepto la Metropolitana, que tendría 10 (total: 50 diputados).
Beneficios de esta reforma:
- Congreso más ágil y eficaz.
- Menos gasto fiscal en sueldos de parlamentarios.
- Debates legislativos más concisos y efectivos.
Un Estado mucho más moderno y eficiente
La modernización del aparato estatal chileno es una tarea urgente. La reducción del número de ministerios, una nueva regionalización y la disminución de parlamentarios permitirían un Estado más eficiente, menos costoso y más cercano a las necesidades ciudadanas. La discusión no debe centrarse sólo en la cantidad de instituciones, sino en cómo hacer que estas sean realmente efectivas y funcionales. Es hora de avanzar hacia un gobierno que sea mucho más ágil, transparente y preparado para los desafíos del futuro que se le avecina a nuestro querido país.