Chile volvió a rechazar una propuesta constitucional, tras la aplastante y lamentable derrota del "A Favor".
El "En contra" obtuvo un 55% de los votos en el plebiscito de salida. Con este resultado, el país ha optado por mantener la actual Constitución, aunque la izquierda y la ultraizquierda seguirán tratando de imponernos una tercera y tal vez una cuarta Convención Constituyente.
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| Chile elige en las urnas. |
La lectura positiva que se puede hacer es que los chilenos optaron por mantener la Constitución aún vigente, pero también queda una cuota profunda de incertidumbre, ya que la izquierda y sobre todo la extrema izquierda presionarán para que tengamos una tercera o una cuarta Convención Constituyente, o bien para que vía Congreso se nos imponga adoptar el incierto anteproyecto constitucional de los mal llamados "expertos", el cual es malísimo y que ni siquiera nos asegura la propiedad de los fondos de pensiones.
Chile expresa su descontento con la clase política
El país ha vuelto a expresar su descontento con una propuesta que, según muchos, representaba una oportunidad para reformar la Carta Fundamental. Esta negativa al texto redactado por el Consejo Constitucional, mayoritariamente respaldado por la derecha, refleja una inquietud y desconfianza en los cambios propuestos, y también una profunda ingenuidad frente a las verdaderas y nefastas intenciones de la ultraizquierda.
Para quienes creemos en la estabilidad económica y la certidumbre jurídica, esta decisión plantea incertidumbre. La posibilidad de una tercera o cuarta Convención Constituyente o la aprobación del anteproyecto por la vía legislativa, sobre el cual existen inquietudes sobre la protección de los fondos de pensiones, genera preocupación en el horizonte político y económico de nuestro país.
La constante amenaza de una Constitución refundacional de ultraizquierda
Este nuevo revés representa un desafío para quienes aspiramos a un proceso responsable, que permita terminar de una vez por todas con los fantasmas de una Constitución neomarxista, tal como tanto lo desea la extrema izquierda, que pretende refundar el país, tal y como ya lo han dicho en repetidas oportunidades desde ese fatídico estallido antisocial del 2019.
Sigo creyendo en que tenemos que mantenernos alejados de los riesgos de la incertidumbre y de la falta de garantías para la propiedad privada, manteniendo los pilares fundamentales para así volver a tener una economía pujante y saneada.
Lo más importante es mantener la estabilidad institucional
Esperamos que, a pesar de la situación vivida en este plebiscito de salida, igual prevalezca la estabilidad institucional, y también la cordura, ya que deseamos que con esto se le ponga por fin punto final al proceso constituyente en Chile.
Tras la aplastante derrota del "A Favor", la Constitución aún vigente aparece como más validada y legitimada que nunca. Le guste a quien le guste, la actual Constitución es nuestra y desde ahora en adelante tendremos que cuidarla con todo, frente a los impulsos irracionales de la extrema izquierda, que luchará por cercenarla como sea.
Este debe ser el fin del proceso constituyente
Sólo deseo que el resultado electoral de hoy haya significado el fin definitivo del proceso constituyente en nuestro país. Los chilenos ya estamos aburridos de los experimentos constitucionales, de las amenazas refundacionales y de tener dos o tres plebiscitos al año. Ya no queremos volver a pasar por eso: nunca más.
Debemos trabajar en un diálogo constructivo que permita abordar las demandas sociales sin poner en riesgo los principios que consideramos fundamentales para el desarrollo económico de nuestro país. Esa debe de ser una máxima fundamental, que tenemos que mantener como norte siempre dentro de la discusión política e ideológica que vayamos dando a futuro.
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