La propuesta del gobierno de Gabriel Boric de utilizar los recursos previsionales en un fondo común ha generado fuertes críticas y preocupaciones en diversos sectores de la sociedad chilena. Además, el aumento de la Pensión Garantizada Universal plantea serias dudas sobre su efectividad y alcance. Es necesario buscar soluciones más justas y equitativas que promuevan el respeto a la propiedad de los ahorros, y la solidaridad a través de impuestos generales.
Debate Previsional en Chile: Propuestas que generan preocupación y descontento
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| Gobierno cleptómano. |
Esta medida plantea una grave preocupación en cuanto a la propiedad de los ahorros previsionales. Los trabajadores han dedicado años de esfuerzo y sacrificio para construir su futuro financiero, y esperan contar con esos recursos al momento de jubilarse. Despojarlos de esta forma de sus fondos previsionales constituiría una gran injusticia y erosionaría la confianza en el sistema. Y lo peor es que el gobierno no ha sido lo suficientemente claro al respecto.
Además, la propuesta de cargar a los empleadores con el costo del seis por ciento extra previsional representa un obstáculo para la creación de empleo. Imponer una carga económica adicional a quienes generan oportunidades laborales en el país no es una medida que favorezca el desarrollo económico ni la generación de nuevos puestos de trabajo. En la práctica, esa inaudita medida se traduce en lo que sería un vil impuesto a la generación de empleo, y eso es muy reprochable.
Por otro lado, el aumento del monto de la Pensión Garantizada Universal (PGU) también plantea serias dudas. Aunque la intención de mejorar las pensiones de quienes más lo necesitan es loable, en la práctica la PGU no cumple con sus promesas. La PGU es un fraude en sí mismo, ya que no es ni garantizada ni universal: sólo llega a un grupo reducido de adultos mayores. Esto deja a muchos ancianos en una situación precaria, pagando altos impuestos sin recibir una compensación adecuada por el pago de impuestos que muchas veces son sumamente injustos, como lo es el caso de las contribuciones.
Es evidente que se requieren soluciones efectivas y justas para mejorar el sistema previsional en Chile. Sin embargo, despojar a los trabajadores de sus ahorros y cargar a los empleadores con impuestos adicionales no es el camino correcto. Es fundamental respetar el principio de propiedad sobre los fondos previsionales y promover la generación de empleo sin imponer cargas excesivas.
En lugar de utilizar los recursos de los trabajadores, se debería considerar la implementación de un sistema de solidaridad basado en impuestos generales, pero siempre y cuando no sean excesivos ni superiores a los que ya se pagan en Chile. La idea es buscar una distribución equitativa de los recursos y garantizaría una mayor justicia social, pero que vaya de la mano de un pacto fiscal enfocado en la eficiencia y el combate al excesivo derroche de fondos públicos. Es crucial abordar las deficiencias del sistema previsional, como las lagunas previsionales, los bajos salarios y la falta de formalización laboral, para así asegurar que las personas puedan acceder a una jubilación digna.
A modo de corolario, la propuesta del gobierno de Gabriel Boric de utilizar los recursos previsionales en un fondo común genera preocupación y descontento en parte importante de la sociedad chilena. A su vez, el aumento de la Pensión Garantizada Universal plantea dudas sobre su efectividad y alcance. Es necesario buscar soluciones más justas y equitativas que promuevan el respeto a la propiedad de los ahorros. La idea central es construir un sistema previsional que brinde seguridad y bienestar a todos los ciudadanos, pero que no vaya de la mano de un aumento de los impuestos a los privados, tal como quiere la extrema izquierda y el actual Ejecutivo.
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