Por años, el bloque de centroderecha se dedicó a decepcionar a los votantes de derecha. Eso es innegable.
El próximo domingo 07 de mayo serán las segundas elecciones de constituyentes, en el marco del ya casi eterno proceso constituyente chileno. Afortunadamente en septiembre del año pasado ganó el Rechazo, pero ahora tenemos otra lucha pendiente: evitar una nueva Convención en manos de la extrema izquierda.
Chile Vamos. |
Dentro de los condimentos especiales que tendrá esta elección está el hecho de que este serán los primeros comicios donde el Partido Republicano participará como tal, y como lista aparte. Ante eso, es esperable que el partido más derechista del país obtenga una votación alta, ya que muchos chilenos estamos aburridos no sólo del octubrismo y de la apología al Estallido Terrorista, sino que también de todo este traumático proceso constituyente.
¿Llegó la hora de pasarle la cuenta a Chile Vamos? Definitivamente, sí. Por años -e incluso por décadas- el conglomerado de centroderecha moderada se ha dedicado a decepcionar a los votantes de derecha. Parecía un problema sin acabar, pero los votantes derechistas siempre terminaban votando por Chile Vamos porque no tenían otra alternativa, porque estaban obligados a hacerlo. Ahora con Republicanos, se abre un abanico más amplio de posibilidades.
Chile Vamos nunca reconoció lo positivo que se hizo durante el Gobierno Militar. De hecho, en ese tema siempre ha tenido una postura pública (al menos en sus declaraciones) muy parecida a la que posee la izquierda. Y ni hablar de los errores que ha cometido después de eso: pactó para terminar con el Sistema Binominal, pactó para terminar con la actual Constitución, pactó para prolongar el proceso constituyente sin llamar a un nuevo plebiscito previo. Es decir, Chile Vamos no sólo cometió errores, sino que también cometió horrores. Y los votantes de derecha ya nos aburrimos de eso. No queremos seguir votando por un conglomerado acomplejado, que dice una cosa y hace otra, y que en el Congreso muchas veces vota mirando de reojo el aplausómetro para no caerle mal a la barra brava.
No digo que el Partido Republicano sea lo ideal. De hecho, Republicanos también ha cometido errores en su discurso, como exacerbar la xenofobia en contra de los inmigrantes, y no siempre ha hecho la diferencia entre los migrantes decentes con los que son delincuentes. Pero dentro de lo que hay, este partido es lo menos malo. Yo al menos votaré por un candidato de Republicanos, más que nada porque al menos con ellos uno sabe a lo que va, y no son tan impredecibles como los políticos de Chile Vamos.
Dicho esto, no puedo dejar de mencionar que me preocupa profundamente el exagerado optimismo que veo entre diversos sectores de la derecha la centroderecha de cara a esta elección. El electorado de Chile es totalmente impredecible, y el próximo domingo 07 de mayo puede pasar cualquier cosa en las urnas. Pero al menos una ya es clara: muchos electores ya nos decidimos, y esta vez sí le pasaremos la cuenta a Chile Vamos.
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