miércoles, 28 de octubre de 2020

Chile con cara de PPD: ¿El panorama realista-negativo menos malo?

Tal como están ahora las cosas, no sería nada raro pensar en la posibilidad que el próximo presidente de nuestro país termine siendo Francisco Vidal o Heraldo Muñoz. 

Desde hace un año hasta ahora, Chile cambió, de eso no hay ninguna duda. Pero lo lamentable es que cambió para mal, y eso también es innegable. Entre la Revolución Terrorista de ultraizquierda y la pandemia por coronavirus han hecho colapsar por todos lados al gobierno del presidente Sebastián Piñera, y eso tiene prácticamente con la soga al cuello a todo Chile Vamos de cara a la próxima elección presidencial (que será a fines del 2021). 

Hasta ahora -y como es habitual a un año de una elección presidencial- han sonado una serie de posibles candidatos, y de todos los sectores políticos imaginables. Sin embargo, el resultado del último Plebiscito nos mostró una imagen insólita respecto al mapa político nacional: la derecha tradicional llega al 22 o 23%, sin embargo su brecha ideológica con el grueso de lo que es Chile Vamos ya parece ser insoslayable. De esta forma, todo hace prever que esa derecha conservadora ya tiene en José Antonio Kast a su abanderado exclusivo, al cual es muy probable que hasta la alcancen los votos para llegar a una posible segunda vuelta... pero que sin el apoyo incondicional de partidos como RN (Renovación Nacional) y Evopoli, no tendría muchas opciones en dicha instancia. 

Otro aspecto a considerar es el factor Joaquín Lavín, un experimentado político perteneciente a las filas de la UDI (Unión Demócrata Independiente) que ha renegado de casi todos los principios de la UDI, y que hoy parece ser ideológicamente mucho más cercano a Evopoli que a la UDI. Respecto a Lavín, voy a hacer mi propio pronóstico: él va a perder las municipales de Las Condes frente a Gonzalo De La Carrera, y también va a perder las primarias de la UDI contra Evelyn Matthei, es decir se va a quedar sin pan ni pedazo. Sin embargo, acá hay que preguntarse: ¿valdrá la pena para la derecha darse el gustito de jubilar a Lavín, y quedarse a la vez sin un candidato potente que atraiga al electorado de centro? Los más ortodoxos dirán que sí; los más pragmáticos, que no.


Sin dudas que ante todos estos escenarios, el más siniestro es el que aporta Daniel Jadue, alcalde comunista de Recoleta, el cual en este momento figura como la opción favorita según casi todas las encuestas y sondeos de opinión. Si este personaje llegase a ser electo presidente, sería un verdadero desastre para Chile. Él es el mal mayor. Pero otra alternativa que ha ido tomando mucha fuerza en la oposición es la de alguno de los dos candidatos naturales que posee el PPD (Partido Por la Democracia): los ex ministros Francisco Vidal y Heraldo Muñoz (foto), quienes encarnan perfectamente lo que es ese Bacheletismo que todavía sigue siendo muy fuerte en sectores importantes de la izquierda chilena. Y si algo tienen estos dos veteranos de la política nacional es que poseen claras opciones de aglutinar en torno a ellos a toda la izquierda, desde el Partido Comunista (PC) hasta la Democracia Cristiana (DC). Este es un plus que Jadue no tiene.

Ante la perspectiva de un mapa electoral adverso, tal como lo mostró el reciente Plebiscito en donde el Rechazo sacó sólo el 22% de los votos, no es descabellado pensar que en las presidenciales podríamos tener que nuevamente la gente se vuelque en masa a votar por el mal menor, pero esta vez no me refiero a la gente de derecha como el 2017, sino que a la de izquierda (y bajo la perspectiva de la izquierda). A lo mejor ellos, ante la inminente posibilidad de enfrentar a José Antonio Kast en segunda vuelta, opten por un voto más estratégico, haciendo pasar a Vidal o Muñoz a dicha instancia, en vez de Jadue que es visto como muy ultra, y que genera muchos anticuerpos en la DC.

Ojalá que en dicha instancia hipotética igual Kast logre imponerse, pero seamos sinceros: si ese duelo clave sucediera, tampoco sería descabellado pensar en la posibilidad de un panorama realista-negativo menos malo con un segundo presidente salido de las filas del PPD (como lo fue Ricardo Lagos en 1999). En el Chile actual todo es posible, incluso que alguien que tiene tantos ripios en su trayectoria política como lo son Francisco Vidal o Heraldo Muñoz pudiesen ser electos. Eso sería malo, pero mucho menos malo que tener un presidente comunista... creo yo. 

Aunque como lo vengo diciendo: quienes somos de derecha tenemos que aspirar al bien mayor, y ese es justamente votar por José Antonio Kast. Después de eso, que sean las urnas quienes hablen por nosotros. 

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