La derecha es autoflagelante: Llevará dos candidatos a las elecciones municipales en Las Condes

 Aparte del actual alcalde Joaquín Lavín, el Partido Republicano anuncia que presentará a su propio postulante al sillón edilicio.

Sí, es cierto que en Las Condes siempre vota muchísima más gente de derecha que de izquierda. También es cierto que en el último tiempo el alcalde Joaquín Lavín -quien aparece además como eventual precandidato presidencial de Chile Vamos- se ha mandado frases realmente desafortunadas, o en verdad impresentables. Todo eso es efectivo, pero aún así nada justifica la locura de pretender llevar dos candidatos a competir contra uno de izquierda en las próximas elecciones municipales de dicha comuna. 

El Partido Republicano generalmente es sinónimo de cordura dentro de todo el desenfreno, demagogia y descalabro que impera en la política chilena. Pero el reciente anuncio que esta agrupación hizo, al asegurar que llevará su propio candidato a las elecciones municipales por Las Condes, me parece imprudencia tremenda. La idea de ellos sería presentar a Gonzalo De La Carrera (comentarista político de Radio Agricultura) como postulante al sillón edilicio, y hacerlo competir contra Joaquín Lavín y contra el representante de la izquierda. Serán tres candidatos para un solo puesto.

Si bien es habitual que en Las Condes siempre gana la derecha por amplio margen, me parece que éste es un riesgo innecesario. Además me recuerda al error que ya se cometió en Recoleta el año 2012, cuando la derecha llevó a una candidata UDI (Sol Letelier) y a un independiente (Gonzalo Cornejo), y si bien ambos sumaron casi el 60% de los votos, igual perdieron contra el comunista Daniel Jadue que obtuvo el 41% del escrutinio total. Esa vez, la desunión le dio la alcaldía a un comunista que ahora quiere ser presidente de Chile. Sí, es cierto que Recoleta no es Las Condes, ¿pero qué pasaría si en vez de llevar a un comunista como Jadue, la izquierda presenta a un rostro potente y experimentado (como podría ser Heraldo Muñoz o Francisco Vidal) o bien a un independiente que sea muy conocido en todo el país (por ejemplo, el ex fiscal Carlos Gajardo o el periodista Daniel Matamala)? Ahí no sería descabellado pensar que con un aspirante de Chile Vamos (Lavín) y uno del Partido Republicano (De La Carrera), el representante de la izquierda pudiese obtener el tercio o más de los votos que le serviría para quedarse con esta codiciada alcaldía... y todo por no saber ponerse de acuerdo, o derechamente por ambición política. Lo digo con todos sus nombres: nuestro sector es autoflagelante, y al parecer disfruta de hacerse daño a sí mismo. Mientras la izquierda sabe dejar sus diferencias de lado y unirse para un objetivo común, la derecha hace todo lo contrario. Sad but true.

Obviamente que si se postulan a la alcaldía de Las Condes el edil Joaquín Lavín y Gonzalo De La Carrera, y compiten contra un concejal N.N., la cosa sería bastante fácil... y ahí bienvenida sea la competencia. Pero si la izquierda se aviva y pone a un postulante mucho más competitivo, perfectamente se puede perder ese municipio, y todo por no tolerar las diferencias dentro del mismo sector político (suponiendo que Chile Vamos y el Partido Republicano fuesen del mismo sector político, lo cual a estas alturas es bastante discutible). 

¿Segunda vuelta municipal? Bienvenida sea... pero más adelante

Tema aparte es algo que siempre he propuesto: en Chile debería haber una segunda vuelta para las elecciones municipales, y sobre todo ahora que hay al menos dos bloques de izquierda (Frente Amplio y Nueva Mayoría), uno de centroderecha (Chile Vamos) y uno de derecha (Partido Republicano). Sería mucho más sano que en todas las alcaldías compitieran candidatos de esos cuatro sectores, y en segunda vuelta se tengan que medir los dos que más votos obtengan. Pero mientras eso no ocurra, creo que los partidos y conglomerados tendrán que verse sí o sí obligados a negociar con antelación -o bien a hacer elecciones primarias- para evitar con posterioridad un descalabro mayúsculo, tal como el que ya acabo de describir, y que le permitió a Daniel Jadue llegar por primera vez a la alcaldía, hace ya ocho años atrás.