sábado, 29 de agosto de 2020

No le haga caso a la izquierda: En La Araucanía sí existe TERRORISMO

Esta semana fue en verdad caótica en lo que a atentados respecta. Se reportaron varias casas quemadas, además de camiones y diversa maquinaria. Los daños son irreparables.

"Violencia rural"... ¿puede haber alguna denominación más ridícula e insulsa para referirse al terrorismo? En verdad, creo que no. Pero si ni siquiera El Mercurio (diario que siempre ha sido catalogado como más de derecha que de izquierda) habla de "violencia rural" para referirse al terrorismo descarado, ¿se le puede exigir algo de objetividad a otros medios mucho más panfleteros como lo son El Dínamo o El Mostrador? Tampoco. A estas alturas, no queda más que nosotros empezar a decir las cosas por su nombre, aunque la prensa se niegue o no se atreva a hacerlo.


Esta semana fue especialmente violenta en lo que al terrorismo incendiario respecta. En diversos puntos de La Araucanía se volvieron a producir cobardes y canallescos ataques de pirómanos psicópatas de ultraizquierda, y nadie hace nada al respecto. Solamente aparecen nuevas "querellas contra quién resulte responsable", como si las querellas fueran la forma adecuada de hacer frente al terrorismo. 

Sin embargo, éste es uno de los puntos más conflictivos del debate, pues la izquierda chilena ha dicho una y mil veces que en Chile "no existe terrorismo", como tratando de defender o justificar a los pirómanos que queman casas, maquinaria, camiones y fundos enteros en el sur del país. Al respecto, hay que ser tajante y enérgico: en Chile sí hay terrorismo, y especialmente en La Araucanía. Esto debido a que ahí son perfectamente identificables los tres componentes básicos del terrorismo:

1) Violencia física: El terrorismo no se mide como tal en base a la cantidad de muertos, sino que lo que lo define es el uso de la fuerza física o atentados violentistas. La cantidad de muertos indica la gravedad del terrorismo, pero no la presencia o ausencia de él. 

2) Motivación ideológica: La causa del terrorismo siempre será una motivación ideológica. Sin ideología, no hay terrorismo... y viceversa. Si la violencia no tiene causas ideológico-políticas, no es terrorismo. En este caso, la supuesta "causa mapuche" sí es una motivación ideológica de peso como para hablar de terrorismo. Aunque en estricto rigor, no se trata de una causa mapuche, sino que de una causa separatista de corte neomarxista. 

3) Generar terror: El terrorismo no sería terrorismo si no fuera capaz de generar terror. Y en dicho caso puntual, esto se cumple con creces, ya que el temor que sienten los lugareños de zonas rurales de La Araucanía es una verdadera pesadilla tanto para ellos como para sus respectivas familias. 

Si pese a toda esta argumentación, alguien insistiera en decirme que todos los atentados de los últimos días en La Araucanía "no son terrorismo" ya que no hubo muertos, les pondré dos ejemplos que terminarán por demoler sus falacias: si un descriteriado insistiera en quemarle los autos a todas las personas homosexuales que hay en una ciudad, o insistiera en quemarle la casa a todas las personas de raza negra que hay en otra ciudad, aunque no resultase muerta ninguna víctima entre los afectados, igual se podría hablar de terrorismo, ya que ahí también son perfectamente identificables los tres pilares básicos que definen como tal a un atentado terrorista: violencia física, motivación ideológica y generación de temor. Simple pero contundente. 

La falacia del "Terrorismo de Estado"

Y la otra falacia que hay que demoler también -y que usa en forma permanente la dialéctica izquierdista- es la del supuesto "Terrorismo de Estado". En realidad, ese término está mal empleado cuando Carabineros reprime las protestas violentas de orcos y encapuchados en el centro de Santiago, porque tampoco es algo que se dé en La Araucanía, sino que en la Región Metropolitana. El Terrorismo de Estado es tal cuando las víctimas son personas inocentes, pero cuando la represión es en contra de turbas de violentistas, delincuentes encapuchados y terroristas, está muy mal empleada la acepción "Terrorismo de Estado". Sin embargo, la izquierda la usa una y otra vez para victimizar a quienes son justamente los principales victimarios. Y esa es labor de nosotros desenmascararlos.

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