La reacción de un pueblo completo. |
La situación en La Araucanía ya dijo basta. Ya son años soportando un sinnúmero de cobardes ataques incendiarios perpetrados por terroristas pirómanos de ultraizquierda. Sin embargo, lo de ayer fue la gota que rebalsó el vaso. A altas horas de la noche, un grupo de violentistas se tomaron el edificio municipal de Curacatutín, para protestar y exigir la libertación del asesino Celestino Córdova. Sin embargo, el pueblo local respondió y salió en masa a las calles para corretear a los antisociales y sacarlos de ese lugar: por las buenas o por las malas.
Este suceso no es para nada bueno. De hecho es bastante preocupante, ya que es el primer enfrentamiento masivo entre civiles ocurrido en nuestro país donde se agreden mutuamente los partidarios y detractores del terrorismo de ultraizquierda. Sin embargo, si la clase política no se pone las pilas en forma transversal para hacer frente a los terroristas y tratarlos tal como se lo merecen, este tipo de acontecimientos cada vez irá siendo más frecuente.
Llega a ser escalofriante, pero si esta escalada de violencia urbana sigue in crescendo, no sería raro pensar en una posible guerra civil a mediano plazo, lo cual llegaría a ser un verdadero desastre para Chile. A ese nivel de posible hecatombe estamos hablando. Lo del pasado Estallido Antisocial podría ser sólo el preámbulo de algo muchísimo peor, y que estaría recién en pañales.
Y comentario aparte: totalmente desubicados y fuera de contextos los izquierdistas que dicen que confrontar y criticar a los terroristas de ultraizquierda es "racismo". El racismo es discriminar racialmente a alguien inocente debido a su su raza, pero condenar el actuar de un matón delictual jamás ha sido "racismo", sin importar cuál sea la etnia de ese sujeto.
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