Una de las estrategias dialécticas favoritas de la gente de izquierda es basurear y manosear hasta límites groseros la palabra "empresario". La izquierda vive del ataque brutal al empresariado, como si todo empresario fuera por antonomasia una persona malvada y perversa, cuando en realidad los verdaderos malvados y perversos son ellos mismos.
Sólo queremos un país próspero. |
Sí, es cierto que hay empresarios explotadores, maquinadores e insensibles, pero esos no son una mayoría, ni mucho menos. La gran mayor parte de los empresarios son personas como cualquier otra, con sus mismas virtudes y defectos. Y si algo he aprendido en la vida, es que a cada persona hay que tratarla de acuerdo a sus valores, no acorde a su cargo o a su situación económica. Lamentablemente en Chile hay un gran porcentaje de ciudadanos que son unos resentidos sociales, y por contrapartida también hay otros tantos que están en el extremo opuesto y son demasiado clasistas. Ambos patrones conductuales son muy malos, y lo mejor es tratar de lograr un punto intermedio: no ser ni resentido social ni tampoco clasista.
Una vez hecha esta reflexión, me pongo a pensar en ese mito infundado que es otro de los tantos eslóganes dialécticos de la izquierda: siempre dicen que es casi un delito que los empresarios apoyen a la derecha (y no a ellos). Ante esto me pregunto: ¿y qué quieren acaso? ¿que los empresarios apoyen a los políticos demagogos de izquierda que lo único que quieren hacer es demoler a palos la Economía del país y reducirla a escombros? ¿o acaso creen que el empresario va a simpatizar con ese político socialista o comunista que se retuerce para tratar de buscar la excusa perfecta con tal de justificar a los terroristas y psicópatas pirómanos que quemaron y destruyeron el país durante la Revolución Vandálica? No, para nada. Los empresarios podrán tener muchos defectos (como cualquiera de nosotros), pero claramente no son tontos. Es obvio que la gran mayoría de ellos no va a estar nunca de acuerdo con la demagogia, el caos económico ni el terrorismo vandálico que la izquierda política pretende encarnar.
Si la derecha muchas veces cuenta con el apoyo económico de los empresarios, es porque la derecha con sensatez, orden y cordura se lo ha ganado. Así como también si la izquierda cuenta con el apoyo de los terroristas, los encapuchados y los violentistas, es porque la izquierda con su demagogia, su odiosidad y su resentimiento social también se lo ha ganado. En política, como en muchas otras cosas en la vida, cada cual cosecha lo que siembra...
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