La Revolución Terrorista. |
No es necesario ser un vidente para darse cuenta que las cosas están feas, no sólo en Chile sino que en el mundo entero. La pandemia del coronavirus ha causado estragos en todos los puntos del orbe, y lo peor es que no tiene para cuando parar. Sin embargo, la cosa es nuestro país se perfila como especialmente compleja, ya que una vez que el resto de las naciones haya logrado superar esta crisis sanitaria desastrosa, de seguro que tendremos que soportar otro caos, y probablemente igual de nefasto: la segunda parte de la Revolución Terrorista de ultraizquierda, llamada "Estallido Social" por más de algún iluso o fanático...
El panorama para Chile es totalmente desolador, y no hay que ser un genio para darse cuenta de ello. En este momento confluyen tres factores que podrían ser letales para el futuro del país: la pandemia del coronavirus, la amenaza latente de un rebrote de la Revolución Terrorista, y un panorama político demasiado incierto. Dentro de este último aspecto, vale la pena destacar la grieta tremenda que atraviesa a la Derecha de punta a cabo: hoy por hoy, las diferencias ideológicas entre la Derecha Tradicional y la Centroderecha son enormes e irreconciliables, y parece muy difícil buscar puntos de acuerdo en este sector político. Por contrapartida, si bien en la Izquierda hay posturas disidentes, ellos son mucho más pragmáticos que nosotros... y todos sabemos que eso bien puede definir una elección o un plebiscito.
Mirando como están las cosas en Chile, las perspectivas no son para nada alentadoras. Si vuelve la Revolución Terrorista de ultraizquierda, hay tres panoramas posibles, cada uno peor que el anterior:
1) Terminar como Argentina: Es la opción más probable. Después de la destrucción gracias a la Revolución Terrorista, nos vamos directo a Plebiscito. Ahí, o gana la izquierda de una, o hay que entrar a hacer concesiones para amainar los daños lo máximo posible. Si se cambia la Constitución por una Constitución de Izquierda, la burocracia estatal aumentará en forma brutal, los impuestos se irán a las nubes, el aparataje estatal se transformará en un monstruo paquidérmico sin pies ni cabeza, la inversión caerá año tras año, y la Economía se anquilosará dejándonos como un país mediocre dentro de América Latina. Todos seremos más pobres que antes del 18 de octubre del 2019. Si bien esta alternativa es muy mala para el país, es la menos mala de las tres posibles.
¿Estallido Social o Delictual? |
2) Terminar como Venezuela: Es la segunda opción más probable. Si vuelve la Revolución Terrorista, retornará con ella la violencia y el vandalismo. La lucha de clases se traducirá en enfrentamientos entre civiles y en odiosidades irreconciliables para nuestro país. Además si del Plebiscito y de la Asamblea Constituyente ("Comisión Constituyente") resulta un engendro de Constitución Neomarxista, será el principio del fin. Estaremos condenados a transformanos a mediano plazo en una República Chavista, igual que Venezuela. De hecho, las diferencias ideológicas entre el Chavismo venezolano y el Neomarxismo chileno son nulas. Si sólo existen coincidencias dogmáticas entre los jerarcas chavistas venezolanos y los jerarcas neomarxistas chilenos, ¿por qué el resultado de ambos procesos debería de ser divergente?
3) Terminar como Siria: Afortunadamente, es la opción menos improbable de las tres, pero es por lejos la peor. Si la Revolución Terrorista vuelve aún con más fuerza que antes de la pandemia por coronavirus, podría desencadenar en el peor de los males: la lucha armada entre civiles, lo cual inevitablemente nos llevaría a un conflicto bélico interno y a una guerra civil (valga la redundancia). Algo así en Chile no se ve desde 1891, pero nunca es tarde para repetir la Historia... claro que esta vez sería muchísimo peor que hace más de cien años, porque ahora el Terrorismo de Ultraizquierda lleva décadas acumulando su odio.
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