Mitología norteamericana: La leyenda del Sasquatch o Bigfoot

Probablemente, “Pie Grande” sea la criatura mitológica que más ha trascendido a nuestros días, aún permaneciendo como un misterio si su real existencia es cierta o falsa

En el enigmático universo de los seres creados por la mitología, la gran mayoría de ellos actualmente son sólo eso: un mito.  Sin embargo, existe un pequeño grupo que deambula por la delgada e imperceptible línea que hay entre el relato popular y el enigma que aún desconcierta a la ciencia. Dentro de ellos, tal vez uno de los más emblemáticos sea el Sasquatch o Bigfoot (“Pie Grande”).

Numerosos son los relatos, hallazgos y diversas evidencias que describen cómo este enorme animal de aspecto simiesco podría ser real. Sí, por más que la mayor parte de los investigadores sean escépticos y señalen que en realidad se trata de una serie de trucos fotográficos o de mentiras muy bien elaboradas, de todas formas en diversos puntos boscosos de Canadá y Estados Unidos aún se cree con firmeza en la veracidad del mito del Sasquatch.

El misterioso Pie Grande

Según argumentan los pocos científicos que aseguran que esta leyenda podría ser cierta, Bigfoot sería un descendiente directo del Gigantopithecus, un primate hominoideo que se extinguió hace cien mil años (Pleistoceno) y que medía poco más de 3 metros de alto. De hecho, esa sería la principal característica del Sasquatch: su enorme tamaño, pues los diversos relatos hablan de criaturas que van desde el 1.80 mt. hasta casi 3 mts. de estatura.

Al parecer, este supuesto hombre-bestia sería un animal tímido, que le tendría tanto o más miedo al humano que el humano a él. La mayoría de las personas que dicen haberlo visto, aseguran que fue en bosques solitarios, y siempre ha optado por huir o esconderse. En total, ya se cuentan cerca de mil casos de posibles avistamientos del Pie Grande durante los últimos 150 años, siendo el último del año 2013.

Hasta ahora, las pruebas más concretas sobre la existencia de Bigfoot son justamente sus tremendas huellas, que han sido analizadas por expertos en Zoología o destacados paleontólogos. Según estos registros, sus pies medirían unos 45 o 50 centímetros de largo, y por ello su nombre de “Pie Grande”. Como hecho anecdótico quedan los presuntos encuentros cercanos, donde los testigos comentan haber quedado espantados con el olor de esta bestia peluda, pero esto es sólo parte del anecdotario en torno a un ser del que hasta ahora no hay evidencia fehaciente de si realmente existe en nuestro mundo real, o en la imaginación de decenas de lugareños muy creativos.