La gran bestia del Triásico. |
Cuando todavía el mundo no era dominado por los dinosaurios, existieron otros grandes y temibles depredadores. Uno de ellos fue el Erythrosuchus, un feroz reptil provisto de una cabeza colosal, el cual medía poco más de cinco metros de largo y 2,1 metros de alto. Esta bestia fue uno de los cazadores más efectivos y poderosos de todo el período Triásico.
El nombre de esta bestial criatura significa "cocodrilo rojo", aunque en estricto rigor la anatomía de este reptil arcosauriforme distaba bastante de lo que es un cocodrilo actual, ya que era mucho más robusto, grueso y con una cabeza bastante más voluminosa. Los restos de este portentoso cazador fueron hallados es África (específicamente en Sudáfrica y Namibia).
La cabezota del Erythrosuchus medía aproximadamente un metro de largo, pero además era grande en todas las dimensiones. El aspecto de su rostro recordaba bastante al de los dinosaurios terópodos, quienes fueron los carnívoros más voraces de toda la prehistoria. De hecho, su similitud con la testa del Tyrannosaurus es más que evidente.
Este género prehistórico estaba compuesto por una sola especie tipo: el Erythrosuchus africanus, nombre que recibió por haber sido descubierto en el sur de África.
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