Eryops, el cazador anfibio. |
El extraño aspecto del temnospóndilo primitivo llamado Eryops le valió su curiosa denominación, que significa "cara dilatada". En efecto, la mayor parte del cráneo de este animal estaba por delante de sus ojos. Su hocico era largo, pero su cabeza era ancha y aplastada. Sus ojos estaban bastante juntos y en la parte superior de su testa, justamente porque era lo único que salía a la superficie cuando estaba con todo el resto de su cuerpo sumergido bajo el agua.
Considerado un ser de hábitos anfibios, el Eryops existió hace poco más de 300 millones de años en el sur de Estados Unidos, en zonas que en ese entonces eran pantanosas pero que hoy en día son principalmente desérticas: Texas, Oklahoma y Nuevo México.
Al igual que la gran mayoría de los temnospóndilos de finales del Carbonífero y principios del Pérmico, este animal prehistórico estaba adaptado para la vida tanto sobre la superficie terrestre como en ambientes acuáticos. Fue un animal carnívoro, el cual podía a medir poco más de dos metros de largo.
La única especie tipo de este género fue el Eryops megacephalus, cuyo nombre hacía referencia justamente a su enorme cabeza.
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