Hace unos 120 millones de años existió en Australia un ser prehistórico aterrador, que llegó a ser uno de los predadores más feroces del Mesozoico australiano. Este fue el Koolasuchus, género extinto perteneciente al grupo de los temnospóndilos tetrápodos.
El terror de los pantanos. |
Esta bestia del Cretácico fue el único integrante de su familia, por lo que se puede asegurar que en dicho género sólo existió una especie tipo: el Koolasuchus cleelandi. Es considerado uno de los anfibios (pertenecía a la clase Amphibia, como todos los temnospóndilos) más grandes y agresivos que hayan existido.
El aspecto del Koolasuchus era bastante peculiar, pero a la vez inquietante. Con un largo de más de cinco metros y una cabeza enorme (e incluso desproporcionada en relación a su cuerpo), parecía un monstruo sacado de un libro de mitología más que una criatura del mundo real. Sin embargo, una de sus cualidades más llamativas es que solamente medía 30 centímetros de alto, lo que hace pensar que su estrategia de caza era la emboscada, abalanzándose sobre sus víctimas mientras caminaban en pantanos poco profundos cuando de seguro no esperaban un ataque de esas características.
No es de extrañar que su comportamiento haya sido muy parecido al de los cocodrilos actuales, pasando gran parte del día sumergido, o solamente con los ojos afuera del agua. Era un cazador que hacía del arte del camuflaje su mejor aliado a la hora de conseguir comida.
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