Ceratosaurus y su cuerno |
Los terópodos fueron la familia más temida dentro del espeluznante clan de los dinosaurios. En este grupo de bestias prehistóricas figuraron seres intimidantes como el Tarbosaurio o el Tiranosaurio Rex. Sin embargo, no todos estos terópodos eran criaturas descomunales. Dentro de esa verdadera pandilla de cazadores estaba el Ceratosaurio, el cual pese a ser un animal bastante feroz, era más chico que sus parientes lejanos: su altura era de poco más de dos metros, mientras que su largo variaba entre los 5,5 y los 6,7 metros.
La especie tipo fue el Ceratosaurus nasicornis, la cual fue descubierta en 1883. Este lagarto fue uno de los primeros dinosaurios en ser descritos por la ciencia, y además fue el cuarto terópodo en constatarse su existencia. Se trató de un animal bastante globalizado, ya que se han hallado sus restos en lugares tan remotos como Estados Unidos, Tanzania y Portugal. Vivió a finales del período Jurásico, hace unos 153 a 148 millones de años.
Dentro de las características anatómicas del Ceratosaurus nasicornis, lo que más lo destacaba era el curioso cuerno de la parte frontal de su cabeza, ubicado justo por detrás de sus fosas nasales. Otro dato anecdótico es que el cráneo de este dinosaurio era desproporcionadamente grande en relación al resto de su cuerpo, sobre todo si se le compara con otros terópodos de mayor tamaño.
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