domingo, 13 de mayo de 2018

Seismosaurio: ¿El dinosaurio más grande de todos los tiempos?

Siempre se ha debatido respecto a cuál ha sido el lagarto prehistórico más colosal que ha existido. Si bien algunos fueron enormes, ninguno superó en tamaño al imponente “Saurio Terremoto

Existieron hace millones de años, pero aún siguen generando un intenso debate dentro de la comunidad científica mundial. Los misterios que guardaban dinosaurios parecen ser un objeto de culto, una especie de “santo grial” para arqueólogos y paleontólogos, los cuales concentran buena parte de sus esfuerzos en descifrar uno de los períodos más prolíficos que tuvo la vida en nuestro planeta: la Era Mesozoica.

Uno de los temas que más estudios ha generado ha sido el porte de estos reptiles gigantes, y sobre todo una pregunta esencial: ¿cuál fue el más grande de todos? Hasta ahora, se sabe que la familia que físicamente era más corpulenta eran los saurópodos, es decir enormes y pesados dinosaurios que caminaban en cuatro patas, provistos de un cuello y una cola muy largos, y que eran de comportamiento herbívoro. Y dentro de ellos, se puede nombrar a varios que fueron verdaderos titanes: Brontosaurio, Diplodocus, Supersaurio, Argentinosaurio, Braquiosaurio, y sobre todo el monumental Seismosaurio, el que pudo haber sido más grande de todos.
Seismosaurio: ¿42 o 35 metros?

El Seismosaurio (Seismosaurus hallorum) era un verdadero gigante, cuyo nombre significaba “reptil terremoto”, en alusión  cómo debe de haber sido el impacto que se producía a causa de los pasos de esta tremenda criatura de 80 toneladas de peso, 30 metros de alto y 42 metros de largo. Sin embargo, otras versiones hablan de que esta criatura midió en realidad entre 35 y 36 metros, y no era más que una clase de Diplodocus llamado Diplodocus Hallorum.
Este animal (de naturaleza incierta) vivió hace unos 148 millones de años, durante el Jurásico Superior. Dentro de sus características principales están que su cuello y su cola eran desproporcionadamente largos en relación al resto de su cuerpo, y se cree que su principal arma de defensa para hacer frente a los predadores eran justamente sus coletazos, los cuales deben de haber actuado como un letal golpe de látigo.

Hasta el día de hoy la existencia de esta bestia aún es puesta en dudas por la mayoría de los expertos, los cuales sugieren que los restos hallados del Seismosaurio, en realidad no son más que osamentas de otro dinosaurio llamado Diplodocus, pero que en ese caso particular se trataba de ejemplares superdesarrollados, casi como si fuesen una especie de Diplodocus mutantes, o algo así. De hecho, la teoría de que el Seismosaurio sí era otro animal distinto al Diplodocus es un postulado que genera bastantes dudas para la comunidad científica internacional.

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