El guerrero de las mil batallas

El rey de la selva.

Él es el rey indiscutido. Temido y respetado, pero también odiado. Odiado por sus enemigos, muchos de los cuales vieron caer a sus corpulentos aliados, que no fueron capaces de derrocar al monarca de larga cabellera.

El emperador de la sabana camina triunfante con su rostro ensangrentado y su cara deformada por las heridas de combate, tras una reyerta que no pudo evitar. De hecho, impedir tal confrontación jamás estuvo en sus planes, pues la confianza en sus medios es tal que sabía de antemano que era capaz de imponerse frente a sus adversarios, por muy poderosos que ellos fueran.

Ahora vendrán nuevos postulantes a destronarlo. Algunos débiles, pero la gran mayoría eximios gladiadores. Ninguno de esos combatientes la tendrá fácil, pues al frente tendrán a este rey temido y odiado, el cual no les dará un centímetro de ventaja, y que seguirá rugiendo una y mil veces tras sus épicas victorias... Así lo hará ferozmente mientras su cuerpo le siga respondiendo como hasta ahora lo ha hecho: tal como un héroe de mil batallas que aún no conoce derrota alguna, aunque sabe que cuando le llegue la hora de perder, no tendrá la oportunidad de una revancha.

Mi humilde homenaje al imponente León, uno de los animales más majestuosos que ha existido...