El desierto de Sahara (en el norte de África) tiene la fama de ser el desierto más extenso del mundo y además uno de los lugares más calurosos existentes en el orbe, con temperaturas máximas por sobre los 50°C. Debido a esta condición climática extrema, los pocos animales que ahí viven tienen que ser criaturas perfectamente adaptadas para la supervivencia. Una de estos seres es un pequeño zorrito llamado fénec (Vulpes zerda) o feneco, el cual es distinguible de inmediato por sus enormes orejas.
El orejudo fénec |
Considerado el cánido salvaje más chico del mundo (mide hasta 21 cms. de cruz y 41 cms de largo), el fénec o zorro del desierto tiene una serie de características anatómicas y fisiológicas que le permiten soportar un calor que a muchos otros seres vivientes podría matarlos. De partida, sus grandes orejas no sólo cumplen la función de proporcionarle una audición privilegiada, sino que también le sirven como un excelente sistema de ventilación natural y de refrigeración sanguínea. Además su función renal especializada le ayuda a adaptarse a un paraje impresionantemente seco y escaso en agua.
"Fénec" es un término que proviene del árabe y significa "zorro", mientras que el epíteto "zerda" es "astuto" en griego. Sin dudas que la astucia tiene que ser una de las mayores cualidades de este orejudo animalito, el cual tiene que ingeniárselas de una u otra para conseguir alimento y agua en uno de los lugares más inhabitables del mundo. El feneco vive entre 10 y 12 años y su principal predador es el cacaral o lince africano.
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