Dentro de la fauna autóctona sudamericana existen una serie de inéditas criaturas que son endémicas solamente de este sector del globo terráqueo. Una de ellas es el rarísimo Chrysocyon brachyurus, animal que también es conocido como aguará guazú ("zorro grande" en guaraní) o lobo de crin. Este cuadrúpedo es considerado el cánido salvaje más grande de toda Sudamérica.
Lobo de crin o "zorro grande" |
Actualmente el lobo de crin (aunque en rigor está mucho más emparentado con los zorros que con los lobos) está levemente amenazado, aunque la preocupación es menor debido a que existen otros seres que cohabitan con él que están muchísimo más complicados y al borde de la extinción. Vive en Paraguay, norte de Argentina y sur de Brasil, aunque alguna vez se han encontrado ejemplares en recónditos lugares de Perú, Bolivia y Uruguay.
El aguará guazú es inofensivo tanto para el hombre como para el ganado, sin embargo el avance de la civilización y de los cultivos agrícolas, en detrimento del bosque nativo, es el principal causante de la disminución de su población. Lamentablemente, año a año muchos ejemplares mueren atropellados en carreteras o bien víctimas de campesinos que les disparan por creerlos una amenaza para sus animales domésticos.
Este zorro silvestre mide hasta 125 centímetros de largo, más una cola de 45 cms., pero llama mucho la atención su altura, que puede llegar los 107 cms. en cruz. Se trata de un mamífero con un aspecto desgarbado y divertido, principalmente debido a sus larguísimas y flacuchentas patas, lo cual le confiere una apariencia que es única y peculiar, transformándose en su principal sello distintivo.
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