martes, 2 de mayo de 2017

La catedral del barrio San Diego




La Iglesia Sacramentinos es como esas personas que tienen cuarenta años pero parecen ser de setenta: se ve mucho más vieja y demacrada de lo que es. Sus grietas evidencian el golpe irrespetuoso de las inclemencias sobre un monumento granítico, frente al cual el tiempo parece detenerse nostálgicamente y trasladarnos varios siglos atrás. 


Su imponente domo de concreto corona una figura grandiosa, que como un gigante rocoso contempla un paisaje poblado de viejas casas y lúgubres posadas. Azotada por temblores y granizos, pasan los años pero sigue ahí inmutable: la mítica catedral del Barrio San Diego junto a su cúpula del tiempo.

No hay comentarios: