El trío británico sorprende con un nuevo disco cargado de potencia y sentimiento. Su brutalidad y la atmósfera oscura que le imprimen de verdad que impacta.
- Orme - No Serpents, No Saviours (2024)
- Lanzamiento: 23 de agosto del 2024
- Género: Drone/Doom/Psych Metal
- Sello: Trepanation Recordings
- Duración: Aproximadamente 80 minutos
"No Serpents, No Saviours". |
El álbum debut "Orme" ya había dejado claro que la banda no teme desafiar a su audiencia. Con dos temas extensos y una duración total de 96 minutos, ese álbum ofreció un paisaje sonoro polarizante y absorbente, donde el drone y el ritual ambient creaban una experiencia tanto fascinante como alienante. Ahora, "No Serpents, No Saviours" refina y comprime aún más esa feroz intensidad en una obra igualmente exigente, pero mucho más directa.
La producción del segundo álbum es cruda, pero no descuidada. Cada elemento —los riffs doom densos, los paisajes sonoros psicodélicos y las voces espectrales— se entrelaza en un torbellino caótico, amplificando la sensación de desesperación y catarsis. Orme, fiel a sus raíces en el doom y el heavy psych, se inclina aún más hacia un enfoque atmosférico y ritualista, sin abandonar la descomunal ferocidad que los caracteriza.
Aunque "No Serpents, No Saviours" es más inmediato que su predecesor, no sacrifica la construcción meticulosa de sus piezas. Las canciones fluyen con una narrativa implícita que recuerda a las atmósferas opresivas de clásicos del horror. Las letras —profundamente oscuras y poéticas— evocan la lucha entre salvación y condena, guiadas por voces que transitan entre lo humano y lo demoníaco.
Una banda que promete, y bastante
Orme no sólo ha demostrado que puede superar el monumental desafío de su debut, sino que ha creado un álbum que consolida su lugar como una de las propuestas más únicas y atrevidas dentro del drone/doom contemporáneo. Si buscas un álbum que desafíe tus expectativas y te arrastre a su propio abismo sonoro, "No Serpents, No Saviours" es una escucha obligada.
Destacados del álbum:
- "No Serpents": Una apertura que se siente como un ataque frontal, combinando riffs hipnóticos con un trasfondo ritual que sugiere un descenso hacia lo desconocido.
- "No Saviours": Una pieza que cierra el álbum con un crescendo emocional, donde la guitarra psicodélica se libera completamente, empujando los límites de la experimentación doom.
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