domingo, 24 de diciembre de 2023

Neomarxismo: Comunistas que reniegan del Comunismo sólo por conveniencia

El neomarxismo es la adaptación de la ideología marxista al siglo XXI, y acá en Chile es posible apreciarlo tanto en su brazo partidario (el Frente Amplio) como en su brazo más sociológico (con los movimientos feministas extremos o "feminazis").

El término "neomarxismo" se utiliza de manera bastante amplia -y a menudo vaga- para referirse a una variedad de ideas que se consideran derivadas o inspiradas en las teorías de Karl Marx, pero adaptadas a contextos contemporáneos. Sin embargo, este término puede tener interpretaciones diversas y a veces confusas.

Si vamos al trasfondo del neomarxismo, lo que resulta evidente es que los neomarxistas, escudados bajo la bandera de lucha de la izquierda contemporánea, o más bien la ultraizquierda contemporánea, son personas que defienden todos los dogmas del Comunismo, pero que a la vez reniegan del Comunismo sólo por interés electoral o también dialéctico. Para el neomarxista no es muy cómodo tener que andar defendiendo el legado sangriento del Comunismo, siendo para él como tener que cargar con un verdadero carretón de escombros. Por eso mismo es que opta por camuflarse bajo otras ideas y bajo nombres ficticios, que lo muestren como una vía alternativa al marxismo tradicional. 

De esta forma, el neomarxista reniega del Comunismo, pero siempre termina defendiendo muchos de los dogmas del Comunismo más ortodoxo. El neomarxista habla como comunista, opina como comunista, argumenta como comunista, odia como comunista... pero dice no ser comunista. 

Sus ideas apuntan hacia la polarización excesiva e irracional

El neomarxismo ha sido objeto de críticas y debates intensos en el mundo político y académico. Aunque algunos lo ven como un enfoque relevante para analizar las desigualdades económicas y sociales actuales, otros argumentan que sus ideas pueden llevar a una polarización excesiva e irracional, y también apunta a la supresión del debate abierto frente a ideas divergentes, lo mismo que en contra de la diversidad de opiniones.

Entre los autores asociados con el neomarxismo se encuentran pensadores como Herbert Marcuse, Antonio Gramsci, Theodor Adorno y otros representantes de la Escuela de Frankfurt. Estos teóricos han propuesto análisis críticos sobre la cultura, la sociedad y la economía, destacando la importancia de entender cómo las estructuras de poder se manifiestan en diversos aspectos de la vida cotidiana.

Los rostros del neomarxismo en Chile

Si vamos a la realidad nacional, un cásico ejemplo de lo que es el neomarxismo en Chile es el Frente Amplio. Este movimiento político de extrema izquierda ha sido vinculado por algunos críticos con las tendencias neomarxistas debido a su enfoque en la lucha de clases y el resentimiento social, la crítica al modelo económico predominante y su énfasis en la presión ciudadana a través de la violencia urbana. Sin embargo, también hay que señalar que etiquetar al Frente Amplio exclusivamente como neomarxista podría simplificar en exceso su complejidad ideológica y política.

Feminazis neomarxistas.
Otro ejemplo del neomarxismo en Chile son los movimientos feministas extremos o "feminazis", los cuales lo que hacen es ampliar el abanico de las banderas de lucha del Comunismo tradicional. Ahora, con el surgimiento de causas totalitarias como ésta, ya no sólo se apunta a la lucha de clases, sino que también se comienza a usar como argumento la lucha de sexos dentro del ordenamiento de la sociedad. Ahora no sólo la lucha de clases es parte de las banderas de lucha de parte de la extrema izquierda, sino que de un tiempo a esta parte incluso han estado metiendo a la lucha de sexos como otra de las macabras causas que ellos promueven. 

Crítica al neomarxismo y al Frente Amplio

Las críticas al neomarxismo y a movimientos políticos como el Frente Amplio suelen centrarse en varios aspectos:

1) Polarización ideológica: Algunos argumentan que el neomarxismo, en su intento por corregir desigualdades, puede generar una polarización política excesiva, fomentando divisiones en la sociedad en lugar de buscar un diálogo constructivo entre diferentes perspectivas. Más que unir, lo que hacen es dividir aún más. 

2) Censura y cancelación: Hay preocupaciones de la extrema izquierda que tienden a silenciar opiniones contrarias o consideradas como "incorrectas" desde la perspectiva neomarxista. Esto podría limitar la libertad de expresión y coartar el debate público.

3) Simplificación de la realidad: Algunos críticos argumentan que las visiones neomarxistas pueden simplificar en exceso la complejidad de los problemas sociales y económicos, proponiendo soluciones que podrían no ser viables o efectivas en la práctica.

4) Ineficacia en la gestión gubernamental: La aplicación de políticas basadas en estas corrientes teóricas podría generar incertidumbre en la estabilidad económica y social de un país, afectando su desarrollo a largo plazo.

El neomarxismo va en contra de la diversidad de opiniones

En resumen, mientras el neomarxismo y movimientos políticos de ultraizquierda buscan abordar las desigualdades y generar cambios sociales significativos, es esencial considerar críticamente sus implicaciones y efectos prácticos. La reflexión y el debate abierto son fundamentales para construir sociedades más justas y equitativas, pero estas deben ser llevadas a cabo con mucha cautela y consideración hacia la diversidad de opiniones y realidades complejas que enfrenta cada sociedad.

La libertad de opinión debe de ser una meta en sí misma dentro de la política. Y justamente quienes promueven la teoría de la cancelación son quienes más enarbolan las banderas de lucha del neomarxismo y de la extrema izquierda. 

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