lunes, 28 de agosto de 2023

La oposición al aborto se sustenta en la ciencia, no en dogmas o religiones

Siendo yo una persona católica y creyente, encuentro totalmente absurdo cuando la gente de extrema izquierda opina diciendo que la oposición al aborto "es un tema religioso". Nada es más falto a la verdad que esa frase. De hecho, en la Biblia ni siquiera se menciona al tema, pero dónde sí se le repudia abiertamente es en otro documento: el Juramento Hipocrático, el cual rige el actuar de los médicos.

Feto humano.
En la actualidad, el debate en torno al aborto se ha convertido en uno de los temas más controversiales de nuestra sociedad, sumando tanto partidarios como detractores, y donde rara vez podemos encontrar una postura intermedia, tal vez justamente debido al hecho de que acá no hay posturas intermedias: o se aborta, o no se aborta.

Desde diversos enfoques y perspectivas, se han alzado voces a favor y en contra de la práctica abortiva. Tratando de darle un contexto más pragmático a este tema que cruza en forma tangencial a la política, a la medicina y a la bioética, resulta imperativo abordar esta cuestión desde una perspectiva científica y ética, separada de dogmas religiosos, a fin de trazar un camino de diálogo constructivo y comprensión mutua.

El aborto es un crimen y un asesinato, independiente de si estás a favor o en contra

Uno de los argumentos más recurrentes en contra del aborto es que se trata del asesinato de un ser humano indefenso. Esta afirmación, aunque no puede ser criticada por algunos, es prácticamente irrefutable. Desde la biología y la embriología, sabemos que el feto humano es una entidad viva y en desarrollo, con un potencial inherente. Y eso es algo que es indiscutible desde el prisma de la ciencia. Y matar al feto, triturándolo y después tirándolo al basurero, no sólo es un asesinato, sino que en sí mismo es un crimen.

Es innegable que el feto humano es ente de la especie humana y que tiene el potencial de convertirse en una persona humana. Nadie podría discutir eso. Pero también es cierto que el concepto de "persona" es multifacético y discutible desde un punto de vista filosófico. ¿Cuál es el umbral que separa el potencial humano de la persona plenamente desarrollada? Esta pregunta trascendental no tiene respuestas fijas ni definitivas. Sin embargo, quien ideó el concepto de persona, el filósofo latino Boecio, lo definió como "sustancia individual de naturaleza racional", haciendo énfasis al término "sustancia" ya que no solamente se refería a la persona ya nacida de carne y hueso, sino que también a la supuesta "sustancia" que en algún momento permanece dentro del vientre materno. Aunque también hace relación a lo que él definió como "personas divinas", pero ese es un aspecto más bien teológico dentro de su teoría filosófica. 

El Juramento Hipocrático es claro frente al aborto: lo prohíbe

Uno de los argumentos que se han esgrimido para respaldar la postura contraria al aborto es el Juramento Hipocrático, que prohíbe expresamente la práctica del aborto. Sin embargo, es importante señalar que las ciencias médicas han evolucionado significativamente desde la época de Hipócrates, y nuestras comprensiones de la ética y la medicina también han cambiado en muchos aspectos. Pero si el médico recién recibido jura ante Hipócrates, es porque debe de estar de acuerdo con ese juramento completo, y no sólo con la parte que le conviene a su propia ideología. De lo contrario, mejor que no jure... o más aún, que se dedique a otra cosa. 

Las bases contra el aborto son científicas y bioéticas, no religiosas

Es crucial recordar que las opiniones en contra del aborto no están inherentemente ligadas a creencias religiosas. Defensores de esta postura han argumentado que la vida humana y su dignidad deben ser protegidas desde una perspectiva humanista, basada en el respeto a la vida y en la consideración de la responsabilidad moral. Sin embargo, debemos ser cautelosos al afirmar que esta postura es la única éticamente válida, ya que las opiniones pueden variar significativamente en función de las creencias personales y los contextos sociales. Pero también hay que ser claros al respecto: uno puede estar a favor o en contra del aborto, pero nadie puede negar que el aborto es un asesinato. Decir lo contrario es ir en contra de la evidencia científica. 

El feto humano es un ser vivo, eso es evidente. Y prueba irrefutable de ello es que la Embriología es una rama de la Biología y no de la Física. Si el feto humano o el embrión no fueran seres vivientes, la Embriología sería parte de la Física o de la Química, y no de la Biología.

A modo de reflexión, vale la pena destacar que el debate sobre el aborto es un recordatorio constante de que nuestra sociedad es diversa y compleja, y que las respuestas no son siempre fáciles ni definitivas. Al abordar esta cuestión desde una perspectiva científica y ética, podemos cultivar un espacio para el diálogo y la comprensión, en lugar de aferrarnos a posturas inflexibles. Reconociendo que las opiniones en contra del aborto no son exclusivamente religiosas, podemos enriquecer la conversación y avanzar hacia un entendimiento más profundo y respetuoso de esta cuestión fundamental, la cual divide tangencialmente a nuestra sociedad, y donde es tan difícil hallar puntos intermedios.

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