Aumentar aún más la polarización ideológica existente en Chile parece ser el gran objetivo del gobierno neomarxista de Gabriel Boric. No hay otra explicación posible para explicar ese afán enfermizo que el mandatario tiene para conmemorar el medio siglo tras el Pronunciamiento Militar, visto sólo desde la perspectiva de la izquierda y de la ultraizquierda.
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| Gabriel Boric. |
La más reciente versión de la encuesta Criteria, realizada entre el 3 y el 8 de agosto, arroja luz sobre la percepción de los chilenos en torno a esta conmemoración y cómo el enfoque del gobierno actual, encabezado por Gabriel Boric, ha sido un punto de discusión y desacuerdo.
Si analizamos los resultados del sondeo, estos son categóricos:
-El 56% responde que la conmemoración “nos divide como país”, 40 puntos más de quienes piensan que “nos une como país”.
-El 48% piensa que “es irrelevante para las personas como yo”. El 25%, vale decir, 23 puntos menos, cree sí importa.
-El 47% estima que “nos deja pegados en el pasado, afectando la convivencia futura entre chilenos”, versus el 31% que sostiene que “es un aprendizaje de cara a la convivencia futura entre chilenos”.
-El 43% piensa que “es abrir heridas innecesariamente”, mientras el 36% sostiene que “es necesario para cerrar heridas”.
-El 37% plantea que “es una manera de debilitar la democracia”, frente a un 32% que responde que “es una manera de cuidar la democracia”.
La mayoría de los chilenos cree que la conmemoración nos divide como país
Los resultados de la encuesta son claros en cuanto a la percepción de la población sobre la conmemoración. Un notable 56% de los encuestados piensa que esta conmemoración "nos divide como país", mientras que solo un 16% sostiene que "nos une como país". Estos números son un recordatorio sombrío de las heridas que aún persisten en la sociedad chilena en relación con este episodio histórico, donde mucha gente lo pasó mal antes, durante y después del Pronunciamiento Militar, ya que la violencia proveniente desde ambos sectores ideológicos causó un daño transversal a la sociedad chilena.
Ante este dato rutilante, vale la pena preguntarse: ¿Cuál es el afán del gobierno por conmemorar una fecha que sólo divide a Chile, y más encima hacerlo sólo desde su propia trinchera ideológica, para fomentar aún más las divisiones y odiosidades entre compatriotas? Da la impresión de que acrecentar la ya insostenible polarización política fuese la mayor motivación del Presidente Gabriel Boric.
La encuesta Criteria también revela que un significativo 48% de los encuestados considera que la conmemoración es "irrelevante para personas como yo". Esto contrasta con el 25% que considera que la conmemoración tiene importancia. Además, el 47% opina que esta conmemoración mantiene a la sociedad "pegada en el pasado", afectando así la convivencia futura entre los chilenos, en comparación con el 31% que considera que puede ser un "aprendizaje" para la convivencia futura.
Un 66% de la gente mayor de 40 años cree que este evento mediático polariza a Chile
La perspectiva de los mayores de 40 años en la encuesta es particularmente notoria. Un 66% de esta cohorte de edad opina que la conmemoración divide al país. Esto destaca cómo las experiencias y memorias de quienes vivieron aquellos momentos históricos siguen influyendo en las percepciones actuales. Quienes sufrieron los abusos brutales del gobierno de la Unidad Popular tienen una visión muy negativa del expresidente Salvador Allende, y eso se hace sentir fuerte en las opiniones de dichas personas.
A pesar de las divisiones que caracterizan a esta conmemoración, uno de los aspectos más intrigantes del estudio es cómo incluso entre los partidarios del Presidente Boric, un 34% considera que esta conmemoración divide al país, mientras que el 32% opina lo contrario. Esto resalta que, en el espectro político, no hay consenso absoluto sobre cómo abordar este evento histórico, ni tampoco los lamentables acontecimientos ocurridos en la época de Salvador Allende que hicieron que se provocara el Pronunciamiento Militar de 1973.
Una conmemoración sesgada desde la trinchera ideológica de la izquierda
El contexto político que rodea esta conmemoración es igualmente relevante. El gobierno de Gabriel Boric ha optado por dar a la conmemoración un enfoque sesgado, y desde su propia trinchera ideológica (la izquierda y la extrema izquierda). La renuncia del delegado presidencial Patricio Fernández, un tanto más moderado de los fanáticos comunistas del actual gobierno, en medio de presiones de partidos políticos y grupos vinculados a la ultraizquierda, subraya las complejidades que el oficialismo enfrenta en su intento de manejar este hito histórico de manera satisfactoria. Y claramente en un tema tan polarizado, será imposible dejarlos conformes a todos... y eso el Presidente de la República lo sabía desde antes.
La encuesta de Criteria pinta un cuadro que refleja divisiones profundas en torno a la conmemoración de los 50 años del supuesto "Golpe de Estado" en Chile. Las percepciones varían ampliamente según la edad y las afiliaciones políticas, subrayando la complejidad de un pasado aún no resuelto en la conciencia colectiva. En este clima de desacuerdo, la tarea de recordar y conmemorar este evento histórico se convierte en un desafío delicado, polémico y muy controversial para el gobierno ultraizquierdista de Boric, y también para la sociedad chilena en su conjunto.
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