La reforma tributaria propuesta por Boric: un grave riesgo para la economía chilena

 El persistente impulso del Presidente Gabriel Boric en llevar a cabo una reforma tributaria que busca aumentar los impuestos en forma exponencial plantea un riesgo inminente para la economía de Chile. A pesar de los intentos del gobierno por presentar estas medidas como una solución para el crecimiento, la inversión y el desarrollo, resulta difícil encontrar un fundamento sólido detrás de tales afirmaciones.

Gabriel Boric.

La oposición muestra comprensible escepticismo frente a esta propuesta, ya que es crucial evaluar cuidadosamente las implicaciones de cualquier medida tributaria. Antes de avanzar con un incremento de impuestos, se deben proporcionar respuestas claras sobre cómo se administrarán de manera eficiente los recursos ya disponibles. No queremos más derroche de fondos públicos, y en eso hay que ser súper claros. 

La clave no radica únicamente en aumentar la carga tributaria, sino en asegurarse de que los recursos se utilicen de manera óptima para fomentar el crecimiento económico. Reducir los tiempos de aprobación de proyectos de inversión y además eliminar trabas burocráticas innecesarias son aspectos cruciales que deben abordarse con urgencia.

En lugar de centrarse en subir los impuestos, es necesario generar un entorno propicio para atraer inversores hacia nuestro país, especialmente en sectores clave como la construcción, que tienen el potencial de generar empleo y dinamizar la economía. Es importante que las medidas propuestas vayan más allá de meras palabras y se enfoquen en acciones concretas y efectivas.

Resulta preocupante que la propuesta de reforma tributaria presentada por el Presidente Boric parezca una versión modificada del proyecto previo que ya fue rechazado en el Congreso. Esto plantea serias dudas sobre su enfoque hacia el crecimiento, la inversión y el desarrollo del país. Por mucho que ahora se esfuercen en decirle "Pacto Fiscal" en vez de "Reforma Tributario", todos sabemos que se trata del mismo impuestazo, pero con otro nombre.

En resumen, Chile no puede permitirse el lujo de embarcarse en una reforma tributaria que implique un aumento significativo de los impuestos. Es crucial que se prioricen alternativas que fomenten el crecimiento económico sin sacrificar la estabilidad financiera y el bienestar de los ciudadanos. El país merece soluciones responsables y prudentes que impulsen la inversión y fortalezcan la economía, en lugar de ponerla en riesgo con medidas tributarias demagógicas que carecen de un fundamento sólido y concreto. Boric debe reconsiderar su propuesta y buscar soluciones que promuevan el desarrollo macroeconómico de manera equilibrada, responsable y sostenible.

En definitiva, es necesario tomar medidas sensatas y efectivas para asegurar un futuro próspero para Chile. La economía y el bienestar de los ciudadanos están en juego, y no podemos permitir que una reforma tributaria mal concebida los ponga en peligro.