lunes, 31 de julio de 2023

La corrupción del Frente Amplio repercute en la alarmante caída de la aprobación del Presidente Boric

La más reciente versión de la encuesta Cadem nos muestra una nueva caída en el respaldo al mandatario chileno, el cual ahora cae por debajo de la barrera psicológica del 30%. Ni siquiera un tercio de los chilenos respaldan su discreto cometido.

Una vez más, la aprobación del Presidente Gabriel Boric ha sufrido un duro golpe, descendiendo 4 puntos para situarse en un preocupante 28%. Es decir, ahora se ubica por abajo de la barrera psicológica del 30%. Por contrapartida, la desaprobación a su paupérrima gestión se ha elevado a un contundente 65%, según revela la última encuesta Cadem. Estos datos reflejan claramente la profunda crisis que enfrenta el gobierno del Frente Amplio y la falta de confianza que los ciudadanos tienen en su gestión. 

El feroz escándalo de la corrupción de afecta la imagen del gobierno

Una de las principales preocupaciones que han llevado a esta caída en la aprobación del Presidente Boric es el escándalo de corrupción que afecta al Frente Amplio, conocido como el "Caso Convenios" o "Caso Fundaciones", donde dicho conglomerado urdió una verdadera maquinaria de fundaciones articuladas solamente para defraudar al Estado, y hasta el momento el robo se cifra en al menos 13 mil millones de pesos.

Presidente Boric.

La ciudadanía no puede ignorar las graves acusaciones de malversación de fondos y desvío de recursos destinados a programas sociales en beneficio personal por parte de diversos funcionarios militantes en los partidos del Frente Amplio. Esta situación socava la credibilidad del gobierno, y salpica de paso a toda la clase política, y a la vez deja en evidencia una indudable falta de transparencia y ética en el actuar del conglomerado oficialista.

Delincuencia, terrorismo y economía: la otra piedra en el zapato

Otro tema que continúa siendo una grave preocupación para los ciudadanos es la delincuencia. A pesar de las promesas del gobierno de tomar medidas efectivas para combatir este flagelo, los niveles de inseguridad no disminuyen, y de hecho, aumentan día a día. La delincuencia sigue afectando a miles de familias chilenas, generando temor, inseguridad e incertidumbre en la población. Y este temor es transversal a toda la sociedad, ya que afecta en mayor o menor medida a todos los barrios del país. Es hora de que el gobierno asuma un enfoque más firme y contundente para enfrentar este problema y brindar seguridad a los ciudadanos.

El terrorismo incendiario de parte de grupos de extrema izquierda en las zonas rurales del sur de Chile es otra situación que no da tregua. Los actos violentos contra campesinos y agricultores, además de las constantes amenazas a comunidades indefensas son un recordatorio de la falta de control y eficacia del gobierno para mantener el orden y la paz en la región de La Araucanía, y de toda la macrozona sur del país. La situación es alarmante y exige acciones muchísimo más enérgicas y estratégicas por parte de las autoridades.

Además de todos estos problemas, la economía sigue estancada y la cesantía sigue aumentando mes a mes. La población enfrenta dificultades económicas, mientras el gobierno no logra implementar políticas que impulsen el crecimiento ni la generación de empleo. La falta de un plan claro y efectivo para reactivar la macroeconomía es una muestra más de la falta de liderazgo y capacidad del gobierno para enfrentar los desafíos económicos del país. Y por qué no decirlo: es la evidencia clara de que este gobierno de izquierda dura privilegia sus caprichos ideológicos por sobre los criterios técnicos que fomenten la inversión.

Crítica transversal al modelo político chileno

En cuanto al modelo político y económico en Chile, los resultados de la encuesta Cadem son contundentes. La mayoría de la población considera que el sistema político y económico no funciona bien en el país. La concentración del poder en unos pocos, el abuso y la corrupción por parte de la clase política son aspectos que se destacan como los más negativos del modelo actual. Mientras tanto, la privatización de servicios básicos también es fuertemente criticada por una ciudadanía también bastante ideologizada: no por nada, el 55% de ellos eligió a Gabriel Boric como Presidente, el Presidente más izquierdista desde los nefastos tiempos de la UP.

Es evidente que para un porcentaje importante del electorado chileno existe un clamor por un cambio en el modelo económico y político. Ese sector demanda un sistema que priorice el bienestar de las familias chilenas, lo que se suma al anhelo transversal de que se combata la corrupción y se promuevan la equidad y la inclusión. Es momento de que el gobierno del Frente Amplio escuche estas demandas y tome medidas concretas para atender las necesidades de la población y restaurar la confianza en su gestión. Pero que lo haga con cordura y no con su impulso natural de buscar soluciones ideológicas por sobre las medidas pragmáticas que de verdad permiten un mayor crecimiento económico y que ayudarían a disminuir la pobreza en Chile.

Kast aparece como el candidato favorito

La preferencia presidencial espontánea también refleja la desaprobación del gobierno actual. El derechista José Antonio Kast lidera las preferencias con un 20%, lo que demuestra que existe un descontento significativo con el actual gobierno de ultraizquierda, liderado por el Presidente Gabriel Boric. La ciudadanía busca opciones concretas que representen un cambio real y efectivo en la conducción del país.

Chile requiere de un liderazgo fuerte para salir adelante

Es así como la caída en la aprobación del Presidente Gabriel Boric es un reflejo claro de los problemas que enfrenta el gobierno del Frente Amplio y sus aliados de izquierda. La corrupción, la delincuencia, el terrorismo, la economía estancada y el aumento de la cesantía son sólo algunos de los desafíos que el gobierno debe abordar de manera urgente.

Ya es hora de que el gobierno del Presidente Gabriel Boric deje la ideología de lado y se decida por tomar acciones concretas y efectivas para responder a las necesidades de la población y recuperar la confianza perdida. La situación actual exige un liderazgo fuerte, pero también requiere de transparencia y responsabilidad por parte de las autoridades, solo así se podrá superar esta crisis y avanzar hacia un futuro mejor para todos los chilenos.

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