Chile necesita retomar el crecimiento económico

Si alguna vez queremos ser un país desarrollado, o por lo menos volver a ser un país en vías de desarrollo, lo primordial es volver a discutir sobre crecimiento económico, y que los políticos no se acomplejen al enarbolar esa bandera de lucha. 

Hagamos un mejor país.

En los últimos años, el tema del crecimiento económico ha perdido un tremendo protagonismo en el discurso político chileno. Sin embargo, esta tendencia podría estar cambiando debido a los desafíos que enfrenta la economía del país y a la nueva percepción de la ciudadanía. Pero tampoco podemos confiarnos, ya que hay mucha caricatura contra quienes tratan de defender el crecimiento económico como un ideal, sobre todo desde esos sectores más vociferantes, que son a la vez los más odiosos del amplio espectro ideológico que reina en nuestro país. 

Cambio de paradigma desde 2019 hasta ahora

La crisis social provocada por la violencia desenfrenada del estallido terrorista del 2019 puso en evidencia la necesidad de abordar las crecientes desigualdades y la insatisfacción de amplios sectores de la población, o al menos eso era lo que pedían algunos. En ese contexto polarizado y marcado por un giro hacia la izquierda que dio nuestro país, el crecimiento económico fue cuestionado y considerado por algunos como un obstáculo para lograr cambios sociales necesarios. Pero a pesar de ello, una reciente encuesta de Criteria muestra un cambio en la opinión pública, que ahora valora el crecimiento económico como un instrumento clave para mejorar la calidad de vida, reducir desigualdades y financiar reformas sociales.

Crecimiento económico es una herramienta para el bienestar

Resulta crucial entender que el crecimiento económico no debe ser visto como una meta en sí misma, sino como una herramienta para alcanzar objetivos sociales y mejorar el bienestar general. Un análisis del Ministerio de Desarrollo Social y Familia revela que el crecimiento económico explica el 92% de la significativa disminución de la pobreza por ingresos en Chile entre 1990 y 2017. Aunque obviamente ahí no consideran el crecimiento económico sostenido que tuvo el país a partir de 1985, el pleno auge provocado por las radicales transformaciones que aplicó el Gobierno Militar del general Augusto Pinochet: eso nunca lo van a decir.

El crecimiento ha sido un factor determinante en la reducción de carencias más allá de los ingresos, como el acceso a la educación superior y la vivienda. Y eso es evidente, tan evidente que ni siquiera el político de izquierda más fanático podría negar algo así tratando de usar evidencia concreta. 

Los datos antes nombrados ponen en relieve la relevancia del crecimiento económico para abordar las problemáticas sociales que aquejan al país. Sin embargo, en la actualidad, pareciera que algunos políticos de izquierda y ultraizquierda, incluido el gobierno del Presidente Gabriel Boric, han adoptado una postura que parece oponerse al crecimiento económico. La propuesta de aumentar los impuestos mediante una reforma tributaria paquidérmica, en lugar de fomentar la inversión, podría tener efectos negativos sobre la economía e impedir la generación de empleo y oportunidades de emprendimiento. Se lo hemos advertido en todos los tonos al gobierno y al oficialismo, pero al parecer no les interesa escuchar nuestro mensaje. 

Un aliado para las reformas sociales

De esta forma, es necesario que los actores políticos comprendan que el crecimiento económico no es un enemigo de las reformas sociales, sino su aliado. Una economía en expansión es capaz de financiar programas sociales y mejorar la calidad de vida de la población. Porque, como bien lo dijo alguna vez el Presidente Sebastián Piñera: "No hay mejor reforma social que el pleno empleo". La clave de toda esta problemática está en encontrar un equilibrio adecuado entre el crecimiento económico y las políticas sociales, de manera que ambos objetivos se fortalezcan mutuamente.

Es imperativo que los líderes políticos adopten medidas concretas para reimpulsar la inversión y el empleo nuestro querido país. Generar puestos de trabajo formales, fomentar el emprendimiento y mejorar los ingresos son elementos fundamentales para el bienestar de la sociedad. Solo a través de una economía en crecimiento, Chile estará en condiciones de ofrecer estas oportunidades y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Una economía estable y robusta es la base fundamental para generar más y mejores empleos, y por ende para mejorarle la calidad de vida a millones de compatriotas. 

El giro en la opinión pública hacia una mayor valoración del crecimiento económico representa una oportunidad única para que los políticos y las personas responsables de la toma de decisiones reevalúen su enfoque. Este es el momento de integrar el crecimiento económico como un pilar fundamental en la agenda política y, a través de medidas concretas, demostrar a la ciudadanía que es posible alcanzar los cambios sociales necesarios sin sacrificar el progreso económico.

A modo de corolario, el crecimiento económico debe dejar de ser un tema secundario en el debate político chileno y pasar a ocupar el lugar que le corresponde, y que siempre debió de haber ocupado: el de una herramienta esencial para lograr una sociedad más equitativa, pujante y próspera. Solo cuando se comprenda su importancia y se traduzca en acciones concretas, podremos construir un camino hacia un futuro más prometedor para todos los chilenos.