sábado, 3 de junio de 2023

San Cristóbal de Licia: El curioso caso del santo al que se le representa con cabeza de perro

 Este personaje es conocido además por ser el patrono de los conductores.

San Cristóbal.
Habitualmente, San Cristóbal de Licia (o más conocido simplemente como San Cristóbal) es recordado por ser el patrón de los conductores. Pero ¿a qué se debe este hecho? Cuenta el mito que este santo del siglo III d.C. era un gigante de 2,3 metros de altura, conocido como Réprobo. Si bien se le describe en los textos como un humano "de un rostro terrible", en las iglesias ortodoxas se le relata como alguien que tenía cabeza de perro, es decir un cinocéfalo.

Pero volviendo al tema del santo patrono de los conductores, Réprobo era un gigante salvaje, que comía carne humana. Sin embargo, al ser bautizado también fue domesticado, y cambió su comportamiento en forma radical. Empezó a dedicarse a cruzar a las personas de un lado de un río hacia el otro, ya que debido a su tamaño podía llevarlos sobre sus hombros sin ahogarse. Es por eso que se le considera como el santo patrono de los conductores, por su rol como "transportista" de gente.

Cuenta el mito que un día este fornido personaje cruzaba el río con un niño en sus brazos, el cual resultó ser el mismísimo Jesucristo. El niño pesaba mucho, porque sobre sus hombros cargaba con todos los pecados del mundo. Después de ese incidente, Réprobo cambió su nombre a Christophorus, que significa "Portador de Cristo". Con el correr del tiempo, Christophorus se transformó en San Cristóbal.

Actualmente la imagen de San Cristóbal aparece como logo en muchos vehículos, debido a que es el santo patrono de los automovilistas. Sin embargo, poco se recuerda que para algunos sigue siendo el primer y único santo cinocéfalo de la cristiandad, uno de los personajes más raros y extraños de los que alguna vez se haya escrito y comentado. 

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