No queremos más experimentos, no le aceptaremos a los políticos mafiosos que traten de imponernos una tercera Convención.
Chile ya se pronunció. |
Dicho esto, hay que ser claros al respecto: no le aceptaremos a los políticos mafiosos que vengan a confabular para tratar de someternos a una tercera elección de constituyentes, eso sí que no lo vamos a tolerar. El proceso constituyente se acaba en diciembre, y punto. En el plebiscito de salida del 17 de diciembre los votantes tendremos que elegir entre el borrador que redacte esta Convención que nombramos nosotros los ciudadanos, o entre la Constitución actual: no hay una tercera vía, ya no queremos más experimentos.
¿Buscar acuerdos? Sí, pero no en todo
Otro de los temas que ha surgido con fuerza durante estos días es si los constituyentes de Republicanos (que serán 23 de los 50 integrantes del Consejo Constituyente) deben buscar acuerdos con la extrema izquierda, que solamente logró 17 escaños (contando al constituyente indígena, fundador del grupo terrorista CAM). Al respecto, creo que sí hay que tratar de lograr entendimientos, pero no en todos los temas.
En la parte económica y en seguridad pública creo que es importante que el Partido Republicano deje su impronta, ya que esos dos factores son justamente los motivos por los cuales la gente los eligió como representantes, y no imponer esos puntos en el nuevo borrador constitucional sería fallarle a su electorado. En los aspectos donde sí se le podría hacer guiños al electorado de izquierda es en tres puntos que ellos apoyan, aunque no son banderas de lucha exclusivas de la izquierda, y no tendrían por qué serlo. Y estos son básicamente los siguientes temas:
1) Aprobar las temáticas medioambientales, siempre y cuando no perjudiquen el desarrollo económico del país. Si bien la actual Constitución es muy buena, en ella no aparece casi nada sobre los temas ecológicos, y creo que sería importante dar un paso adelante en esa vía.
2) Reconocimiento constitucional a los pueblos indígenas. Es decir, nombrarlos como tales dentro de la Constitución, y dar a entender que ellos son parte importante de la Historia y de la conformación étnica de Chile como país. Sin embargo, en este punto hay que ser claro: no por ser indígenas deben tener acceso gratuito a la repartición de tierras ni escaños reservados, ya que ambos son políticas injustas y en el segundo caso incluso es una práctica antidemocrática.
3) Chile como país multicultural. Ahí hay que ser claros: Chile es un solo país y una sola nación, pero conformado por un múltiple abanico de etnias y culturas, que van desde los descendientes de inmigrantes europeos hasta los actuales inmigrantes de origen latinoamericano, pasando también obviamente por quienes tienen como antepasados a las etnias indígenas locales y a los pueblos precolombinos que alguna vez dominaron nuestro territorio nacional.
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