Este mes se rechazó la idea de legislar respecto a uno de los proyectos más emblemáticos del gobierno de Gabriel Boric.
No más contribuciones. |
Sin embargo, durante todo el resto de la semana se siguió debatiendo respecto al tema, y todo hace pensar que el gobierno insistirá en presentar nuevamente el proyecto en un año más, o tal vez antes pero con modificaciones, tal como lo permite la legislación vigente. En vista de eso, me gustaría que de una vez por todas los políticos nos escuchen, y se dejen de hacer oídos sordos frente a una problemática que afecta a miles de chilenos: el cobro de las contribuciones, un robo descarado por parte del aparataje estatal.
¿Por qué son tan injustas las contribuciones? De partida porque no sólo son injustas, sino que derechamente son un robo. Que a uno le sigan cobrando toda la vida por algo que a uno ya le pertenece y que es de uno, es un verdadero crimen. De todos los impuestos existentes en Chile, por lejos más descriteriado es el pago perpetuo de las nefastas contribuciones.
El cobro de las contribuciones es algo tan violento, que si una persona no puede pagar un mes dicho impuesto -o se le olvida hacerlo- el Estado llega y le remata su propia casa... ¿Se imaginan el efecto que eso puede tener para el individuo afectado? Que horrible debe ser que te rematen tu casa por no tener para pagar un cobro que te exigen cuatro veces al año, a cambio de algo que ya es tuyo. El efecto de esto es devastador para la persona afectada, y si la víctima es de mentalidad depresiva, perfectamente puede desencadenarle hasta un suicidio... un suicidio donde el Estado sería cómplice activo. Fuerte y claro: ¡No más contribuciones!
Las contribuciones ideológicamente son un robo espantoso, y hay que terminar con ellas. Una Reforma Tributaria seria tiene que partir de esa base. Si realmente los políticos quieren hacer un proyecto bueno al respecto, que empiecen por dejarse de robarle a los bolsillos de alguien por la posesión de su propia casa o departamento.
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