sábado, 5 de noviembre de 2022

Jugando a ser Presidente

 El actual mandatario ilusamente cree que el nivel de rechazo a su gestión disminuirá gracias a sus paseos en bicicleta.

Gobernar no es un juego. Ser presidente tampoco. Por muy lógico y básico que suenen ambas premisas, Gabriel Boric parece no haberse dado cuenta de ello... al menos por ahora. 

Boric paseando en bicicleta.
Cada día que pasa aumenta más la delincuencia, la inflación se mantiene, la cesantía sigue incrementándose, y el terrorismo en el sur no da treguas. Mientras tanto, Gabriel Boric sigue jugando a ser Presidente, ahora con su mediática puesta en escena de pasear en bicicleta, gracias a sus viajecitos en este medio de transporte, entre su casa y el Palacio de La Moneda. 

¿Pensará Boric que con sus paseos en bicicleta va a disminuir el rechazo hacia su mediocre gestión? Al parecer eso es lo que cree, por muy insólito que pueda parecernos. 

¿Disminuyó la delincuencia gracias a los paseos de Boric en bicicleta? No.

¿Mejoró la Economía gracias a los paseos de Boric en bicicleta? No.

¿Bajó la inflación gracias a los paseos de Boric en bicicleta? No.

¿Disminuyó la cesantía gracias a los paseos de Boric en bicicleta? No.

¿Se terminó el terrorismo en el sur gracias a los paseos de Boric en bicicleta? No.

Lo único que demostró Boric con sus paseítos fue que -pese a su deplorable estado físico- todavía es capaz de subirse a una bicicleta. Y también gracias a este ejemplo pudimos comprobar que gobernar un país no es un juego, o al menos no debería de serlo. 

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