viernes, 23 de septiembre de 2022

"Yo vi la tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella"

 Libro de Eclesiastés 3,1-11.


Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:

un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;

un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;

un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;

un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;

un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;

un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar;

un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

¿Qué provecho obtiene el trabajador con su esfuerzo?

Yo vi la tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella.

Él hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios desde el principio hasta el fin.

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