lunes, 26 de septiembre de 2022

Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes

 Salmo 17(16),1.2-3.6-7.


Escucha, Señor, mi justa demanda,

atiende a mi clamor;

presta oído a mi plegaria,

porque en mis labios no hay falsedad.


Tú me harás justicia,

porque tus ojos ven lo que es recto:

si examinas mi corazón

y me visitas por las noches,


si me pruebas al fuego,

no encontrarás malicia en mí.

Mi boca no se excedió.

Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes:


inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.

Muestra las maravillas de tu gracia,

tú que salvas de los agresores

a los que buscan refugio a tu derecha.

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