domingo, 21 de agosto de 2022

El Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo

 Carta a los Hebreos 12,5-7.11-13.


Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes.

Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo.

Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre?

Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella.

Por eso, que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean.

Y ustedes, avancen por un camino llano, para que el rengo no caiga, sino que se cure.

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