miércoles, 10 de agosto de 2022

Dichoso el que se compadece y da prestado

 Salmo 112(111),1-2.5-6.7-8.9.


Feliz el hombre que teme al Señor

y se complace en sus mandamientos.

Su descendencia será fuerte en la tierra:

la posteridad de los justos es bendecida.


Dichoso el que se compadece y da prestado,

y administra sus negocios con rectitud.

El justo no vacilará jamás,

su recuerdo permanecerá para siempre.


No tendrá que temer malas noticias:

su corazón está firme, confiado en el Señor.

Su ánimo está seguro, y no temerá,

hasta que vea la derrota de sus enemigos.


Él da abundantemente a los pobres:

su generosidad permanecerá para siempre,

y alzará su frente con dignidad.

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