Para salvar a Chile, vota Rechazo

 El domingo 4 de septiembre, nuestro país se juega la vida: o votamos Rechazo, o tendremos la peor Constitución del mundo.

El "octubrismo".

Lamentablemente vivimos en el Chile que de seguro es el más polarizado de la Historia. Después del Estallido Antisocial nuestro país cambió, pero para mal. Día a día vemos como la clase política se torna cada vez más ruin y despiadada, ya que parece confabularse para crear una tormenta perfecta, la cual tiene en la Convención Constituyente a su peor exponente. 

El borrador de la nueva Constitución es en verdad nefasto. Promete ser un lastre para Chile, una calamidad para nuestro querido país. De hecho, que la misma izquierda hable de "aprobar para reformar", es una confesión de partes: ni siquiera ellos esperaban que resultara un texto tan brutal como el que se logró redactar. Lo peor es que si gana el Apruebo, en la práctica esa Constitución tampoco será modificable, debido a los altísimos quórum que fueron establecidos para ello. O sea, o se rechaza o se rechaza; no hay otra opción. 

La ultraizquierda está consciente de los múltiples ripios del nuevo texto Constitucional, motivo por el cual hablar de esa bazofia falsa de que la Constitución actual es "la Constitución de Pinochet", parece ser su único argumento válido para votar Apruebo. Ellos tratan de defender su mamarracho con dientes y uñas, y harán lo que sea para ganar el Plebiscito de Salida. 

Votar Apruebo es validar un proceso constituyente espurio, nacido y concebido bajo el alero de una revolución terrorista. Votar Apruebo es validar el terrorismo como herramienta legítima de coerción para lograr objetivos políticos. Por eso mismo, el llamado es uno solo: si realmente quieres salvar a Chile, vota Rechazo.