sábado, 21 de agosto de 2021

La derecha y la centroderecha no han sabido dar la batalla cultural que Chile necesita

 Hasta ahora, ambos sectores políticos no han sido capaces de arrebatarle las falsas banderas que la izquierda enarbola por conveniencia, cediéndole protagonismo electoral a comunistas y neomarxistas en forma innecesaria. 

Es lamentable, pero ni la derecha ni la centroderecha chilena han sabido arrebatarle las banderas que falsamente enarbola la izquierda, y que tantos réditos electorales le han traído en el últimos año. Y me refiero a banderas de lucha que no necesariamente son de izquierda, pero que dicho sector político se apoderó de ellas y parece no estar dispuesto a soltarlas: la bandera de lucha de los inmigrantes, de las personas gays, de las mujeres jóvenes, de los ecologistas, y de los pueblos autóctonos. Ninguna de esas causas le pertenece a la izquierda, pero la derecha no hace nada para tratar de recuperarlas.

¿Por qué es tan importante que la derecha haga algo para tratar de revertir esa batalla cultural y le quite todas esas banderas de lucha a la izquierda? Fácil: primero por convicción, porque la dignidad de las personas debe ser un valor transversal a todos los sectores políticos. Y segundo, por beneficio electoral, ya que eso permitiría centrar la discusión política sólo en los dos grandes temas que de por sí definen (o deberían definir) a la derecha propiamente tal: la Economía Neoliberal y la defensa irrestricta de la seguridad pública. Esos son los grandes pilares que hay que defender, y que muchas veces no se les defiende como es correcto, y todo por perder el tiempo criticando a los inmigrantes, negando el calentamiento global (y su impacto sobre el Ecosistema), o bien poniendo como sinónimos a los mapuches con los terroristas. 

Si la derecha centrara su discurso sólo en la Economía Neoliberal y la defensa irrestricta de la Seguridad Pública (y la lucha contra el terrorismo), siempre vencería a la izquierda, porque en esos dos aspectos, las ideas de derecha son claramente mucho más potentes y más efectivas que la demagogia izquierdista que tanto promueven el Comunismo y el Neomarxismo. Pero nada de eso se ha hecho hasta ahora, porque la derecha ha dejado totalmente de lado la guerra cultural para intentar apoderarse de las falsas banderas de los izquierdistas. 

Hasta ahora, tanto Chile Podemos Más (otrora Chile Vamos) como el Partido Republicano tienen una culpa importante en todo este mal desempeño. Por un lado, Chile Podemos Más ha renegado una y mil veces tanto del Modelo Económico Neoliberal como de la lucha contra el terrorismo, tratando de parecerse a la centroizquierda de antaño y no a una centroderecha moderna pero efectiva y diligente en los temas importantes. Y el Partido Republicano sigue entrampado en andar jugando al "Llanero Solitario" y ni siquiera es capaz de controlar a sus propios militantes que se destapan haciendo apología de la xenofobia en las redes sociales.

Mientras no cambiemos esta mentalidad, la derecha y centroderecha jamás darán el paso necesario para entrar de lleno a disputar con la izquierda en los dos temas más cruciales de nuestra sociedad, como lo son la Economía (que mueve a todo el resto, desde las pensiones hasta la Salud y la Educación) y en la Seguridad Pública. Y el problema es que se sigue perdiendo el tiempo. Porque conforme todo esto ocurre, el adoctrinamiento político izquierdista en colegios y universidades avanza día a día, y nadie hace nada para tratar de revertirlo. Sad but true. 

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