viernes, 9 de abril de 2021

Agua gratis: la otra gran mentira de la izquierda chilena

Cuando uno paga la cuenta del agua, en el fondo está pagando una serie de servicios realizados por las empresas sanitarias, los cuales necesariamente se le tienen que aplicar al recurso agua. 

Entre tanta mentira y publicidad barata y populista que ha propagado la izquierda chilena durante el último tiempo, una de las que mejor ha logrado difundir en el inconsciente colectivo es que el agua potable tiene que ser gratuita porque eso es "un derecho". De hecho, muchos demagogos quieren poner este "derecho" en la futura Nueva Constitución, Y lo peor es que los políticos de derecha nada harán para impedirlo, para así no caer en el discurso políticamente incorrecto, y para de ese modo evitarse peleas con la barra brava (los vociferantes de siempre). 

Antes que todo, al que me diga que el agua tiene que ser gratis, yo le respondo que si bien el agua en Chile es escasa y limitada (por la sequía), la poca que hay efectivamente es gratis: cosa de ir cualquier día con un balde a uno de los riachuelos de la cordillera y se puede sacar el agua que uno quiera, hasta enguatarse tomándola. El punto es que cuando uno paga la cuenta del agua, no sólo está pagando por el agua, sino que a la vez está pagando por una serie de servicios agregados que son los que implican casi la totalidad del valor pactado. Si usted nunca se ha dado el tiempo de ver cuáles son estos procedimientos que realizan las empresas sanitarias, tome nota:

1) Almacenamiento del agua en piscinas gigantes y diques.

2) Tratamiento del agua para hacerla potable, es decir consumible por el ser humano sin tener que enfermarse de tifus o diarrea. 

3) Purificación del agua, es decir pasarla por filtros para quitarle todo tipo de cristales o piedrecillas que pudieran venir con ella. 

4) Construcción de redes de alcantarillado y la mantención de éstas.

5) Distribución del agua potable a cada uno de los hogares del país que cuentan con este servicio.

6) Tratamiento de las aguas servidas que se vierten (lamentablemente) a los ríos y a los mares. 

Si usted cree que todo eso es un servicio que tiene que ser gratuito y por el que no se tiene que pagar, o realmente usted es una persona muy ilusa, o es un ladrón en potencia que cree que el resto tiene que trabajar y/o invertir gratis para usted sin esperar ningún rédito a cambio. 

Es así como estamos en la vorágine política del Chile contemporáneo. Donde la izquierda demagoga repite una y otra vez que el agua tiene que ser gratis, y la barra brava ovaciona sin que nadie diga lo contrario. Pero no se preocupe: es probable que en la Nueva Constitución igual terminemos por tener agua gratis... pero a este paso que vamos tengamos que ir todos a buscarla con baldes al río Mapocho. Como diría Metallica: "Sad but true".

1 comentario:

HECTOR dijo...

Ademas muchos partidos de izquierda tienen sus dineros invertidos en las empresas del agua.