Este sábado 10 y domingo 11 de abril será la elección más importante que ha tenido Chile desde el Plebiscito de 1988. Literalmente será la madre de todas las batallas.
La izquierda está enfocada en hacer que sí o sí Chile tenga una Constitución Neomarxista de corte Chavista, y eso como electores de derecha tenemos que impedirlo. Para ello tendremos que elegir con el mejor criterio posible a quienes serán nuestros representantes en dicha asamblea popular. Sin embargo, al ver la Franja Electoral no deja de llamarme la atención dos hechos bastante curiosos, pero que en el fondo responden al mismo fenómeno: el Neomarxismo.
Por un lado, está lleno de candidatos muy jóvenes con escasa o nula experiencia laboral, los que quieren llegar a la Convención Constituyente literalmente a hacer su práctica profesional. Esos personajes son gente que nunca en su vida han trabajado, y quieren hacer su debut en el mundo laboral redactando la Constitución que regirá a nuestro país por lo que resta del siglo XXI (y quizás por mucho más tiempo). No tengo nada contra la gente joven (yo también lo soy), pero sí contra los inexpertos que quieren aprender echando a perder, muchos de los cuales están más preocupados de partir su vida laboral ganando un buen sueldo y de cimentar las bases de una futura carrera política que de salvar al país de la avalancha demagógica que se nos avecina.
Además del tema de los políticos-practicantes, hay otro punto que es aún más grave, y que también parece ser tendencia. Me refiero a la moda de los candidatos que supuestamente son "independientes", pero que en el fondo no tienen nada de independientes, ya que son independientes de ultraizquierda. De hecho, hasta el momento el único candidato independiente que he visto que no sea de izquierda es Henry Boys (el cual iba a ir por Chile Vamos, pero a última hora le jugaron chueco); todo el resto son comunistas camuflados, disfrazados de "independientes" para hacer caer a más de algún incauto.
Hay que decirlo: el Neomarxismo funciona así, y de hecho esa es una de sus piedras angulares. Los neomarxistas son todos comunistas, pues promueven todos y cada uno de los principios del Comunismo (la lucha de clases, el odio a la Iglesia, el odio a los militares, el odio a la propiedad privada, la promoción del resentimiento social, y también la difusión mediática del antipatriotismo). Si bien los neomarxistas son comunistas, todos reniegan del Comunismo por motivos electorales, y para ello justamente es que usan disfraces como escudarse en partidos o movimientos con nombres de fantasía (Comunes, Izquierda Ciudadana, Revolución Democrática o Frente Amplio), o bien se aprovecha de una táctica muchísimo más efectiva: aparecer como supuestos "independientes", siendo que nunca han sido independientes. Lo he dicho una y mil veces: el Neomarxismo es la ideología del lobo con piel de oveja, y es así como para estas elecciones que tenemos que andar con mucho cuidado de no ser engañados por uno de estos camaleones que se hacen los independientes, pero que en el fondo son tan "independientes" como lo eran Stalin, Lenin, Fidel Castro o el Che Guevara.
Calculo que por lo menos el 90% de los candidatos que en teoría dicen ser "independientes" son independientes de ultraizquierda, es decir comunistas camuflados. Así que atentos, y no le den su voto a esos perversos que sólo quieren ver a nuestro país en la ruina. Nunca es tarde para abrir los ojos.
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