Lamentablemente el panorama no es para nada alentador. Y nadie hace nada para tratar de revertirlo.
Cada día que pasa, la violencia en el sur de Chile se va poniendo más dura. Y en ese sentido es importante decir las cosas por su nombre y sin tapujos: esto no es "violencia rural", como dicen los medios de comunicación y los políticos. No, esto es derechamente terrorismo, pues los grupos violentistas que queman casas, fundos, maquinarias, y que han matado y atacado a personas, lo hacen claramente con una finalidad ideológica de por medio.Me llama la atención que a la CAM (Coordinadora Arauco Malleco) aún no se le haya declarado de manera formal como una agrupación terrorista como tal. Este grupo asesino ha causado el temor entre la población, y no sólo dentro de las zonas rurales de La Araucanía sino que también en la Región del Bío Bío. Al respecto, hay que ser claro: con los terroristas no se negocia, a los terroristas se les aplasta. Es imperioso que se envíe cuánto antes a los militares para enfrentar a la CAM, tal como en otros lugares del mundo se ha hecho lo mismo con ciertos grupos terroristas. Las semejanzas ideológicas y en el actuar entre la CAM y el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) son efectivas, y por lo mismo bastante preocupantes (foto).
El problema es que siento que ya llegamos a un punto de no retorno. Nadie se va a atrever a enviar a los militares a la zona, y menos a hacerlo con la plenitud de sus atribuciones. Ningún gobierno de centroderecha se va a arriesgar a tener a futuro un nuevo Punta Peuco, y menos pedirle a un gobierno de izquierda que aplique mano dura, si ellos son justamente los cómplices pasivos y el brazo político de los terroristas de la CAM. La situación es mucho más difícil que lo que muchos creen. Y lo peor de todo es que todavía siguen siendo muchos los ilusos que creen que el único camino para enfrentar al terrorismo son las "mesas de diálogo" y las "querellas contra quien resulte responsable"...
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