Paula Narváez: Lo más rancio del bacheletismo está de vuelta

 La ex ministra ha manifestado su intención de competir en las elecciones presidenciales del próximo año. Ojo con ella, ya que es un elemento bastante peligroso.

Si bien en las encuestas de aprobación, quienes figuran como las figuras más fuertes de la ultraizquierda de cara a la próxima elección presidencial son Daniel Jadue y Pamela Jiles, en la oposición no está todo dicho. Durante los últimos días ha surgido la opción de la ex ministra Paula Narváez, quien le ha quitado bastante protagonismo a los otros candidatos de oposición, llegando incluso casi a borrar del mapa de Francisco Vidal, Álvaro Elizalde y Heraldo Muñoz. Al menos ya cuenta para ello con la venia de la ex presidenta Michelle Bachelet, lo cual para dicho sector ideológico es harto decir.

Hace algunos meses en este mismo blog dije que el candidato más fuerte de la oposición en ese momento era Francisco Vidal. Sin embargo, hoy por hoy esa situación se ha revertido, y quien aparece con más opciones es justamente Narváez. Sería un grosero error de parte de la derecha y centroderecha "mirar a huevo" y menospreciar la postulación de la ex ministra, ya que evidentemente se trata de un aspirante a La Moneda bastante peligroso, y con muchas posibilidades de ser electo.

Paula Narváez podrá ser un muy mal político, pero desde la perspectiva de la "izquierda democrática" (esa que abarca desde el PS hasta la DC), es una muy buena candidata. Y eso es porque tiene todo lo que necesita un buen candidato: opciones ciertas de ser electa; de ganar la elección presidencial. Y eso es justamente lo que la hace ser más nociva. 

Además, hay otro tema puntual con esta señora que hace necesario hacerlo notar: debido a su personalidad blandengue, puede resultar ser bastante manipulable por los sectores más extremos de la ultraizquierda. Así, si llegase a salir electa, que no nos extrañe que igual tengamos en un corto o mediano plazo el aborto libre, el matrimonio igualitario, un aumento brutal en el cobro de impuestos, la ley mordaza para la derecha patriótica, y un nulo crecimiento económico. Por lo menos en esos cuatro temas puntuales, no hay mayor diferencia entre Narváez y los chavistas Jadue y Jiles.