Esta extraña criatura forma parte del folclore popular del país oceánico, sobre todo de aquellos lugares boscosos y alejados de la civilización.
Australia es uno de los países más grandes y despoblados del mundo. En aquella vasta nación oceánica hay enormes zonas que se encuentran completamente deshabitadas de cualquier asentamiento humano. De este modo, no es extraño imaginarse que este factor, sumado a la siempre prolífica imaginación de los lugareños, haya derivado en una serie de relatos y leyendas de corte mitológicas que resultan ser increíbles.
Dentro de todo lo que es la mitología australiana, tal vez uno de los personajes más inquietantes es el Yowie, criatura misteriosa de la que incluso hay una serie de fotografías de dudosa procedencia circulando en internet, pero que a la vez jamás han podido ser descartadas ni catalogadas como falsas. Y eso es lo que hace aún más inquietante la ficción en torno a este extraño monstruo.
El Yowie es descrito como una mezcla entre humano y gorila, muy similar a los relatos que existen sobre el Bigfoot en Norteamérica, el Yeti en los Himalaya, y el Kunk en las zonas andinas de Sudamérica. Las escasas personas que aseguran haberlo visto lo describen como un personaje imponente y muy musculoso, cuyo aspecto fornido resulta en verdad inquietante. Nadie se ha topado frente a frente con él, porque los pocos que lo han fotografiado han optado por la lógica opción de esconderse o huir, antes de tener un encuentro cercano con una criatura semejante.
Además, la mitología australiana también tiene otro Yowie en su bestiario, pero en este caso se trata de una criatura diametralmente distinta: un monstruo aterrador y gigante, que parece ser un siniestro mutante, híbrido entre un lagarto y una hormiga. Sea como sea, ambos Yowie son seres enigmáticos y aterradores, que forman parte importante del folclore ancestral de uno de los países más recónditos del planeta.
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