Esta chica era poseedora de una belleza sobrenatural, la cual la usaba como una carnada para atraer a los incautos hacia las fauces de sus hermanos.
Ymir fue uno de los gigantes más aterradores de la Mitología Vikinga: un enorme coloso de hielo, que era capaz de destruir a casi cualquiera de sus oponentes. Era tal la potencia de este enorme titán, que para vencerlo fue necesaria la acción coordinada de tres dioses juntos: el supremo Odín, junto a sus hermanos Vili y Va.
Sin embargo, en estos relatos de los pueblos nórdicos también hay espacio para referirse a la increíble progenie del monumental Ymir. Una de las hijas de este gigante congelado fue la hermosa y atractiva Atali, una mujer pelirroja y curvilínea poseedora de una belleza sobrenatural, la cual caminaba semidesnuda por las gélidas tierras nórdicas.
La bella Atali usaba su despampanante sensualidad justamente para atraer a jóvenes guerreros incautos, los cuales la seguían hasta lugares solitarios, en donde eran esperados por los dos brutales hermanos de la perversa doncella, que no tardaban en matar y comerse a los inocentes muchachos.
Las representaciones de los insaciables hermanos de la guapa Atali son variados. En algunas parte se les menciona como dos gigantes congelados, pero generalmente se les otorga la apariencia de un par de monstruosos osos polares de estampa bestial e indestructible.
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