Akenatón: El más enigmático y revolucionario faraón egipcio

 Este carismático gobernante de uno de los imperios más poderosos de la Antigüedad fue célebre por transformar el culto por primera vez al monoteísmo. 

Hablar de Akenatón es referirse a uno de los personajes más preponderantes de toda la Historia Antigua. Gobernante carismático y astuto, además de un eximio político, marcó un antes y un después dentro de lo que fue el poderoso Imperio Egipcio.

Akenatón fue un faraón que vivió entre el 1372 y 1336 a.C. y gobernó las vastas tierras de reino entre el 1352 hasta el 1335 a.C. También conocido como Ajenatón, fue el décimo faraón de dinastía XVIII de Egipto, durante el período conocido como Imperio Nuevo. Trascendente como pocos, tuvo la visión de transformar la religión egipcia del politeísmo clásico al revolucionario monoteísmo, haciendo que todo el culto girase en torno una deidad nueva y única llamada Atón, donde él mismo figuraba como el exclusivo intermediario de dicho dios en La Tierra. 

Poderoso y visionario, Akenatón funda la nueva capital imperial: Ajetatón, la cual justamente significaba "Horizonte de Atón", ya que ella sería el nuevo centro de peregrinación al único dios, Atón. Su reinado fue muy polémico, pues trajo intensas disputas con una sociedad muy apegada a sus tradiciones y al culto al milenario politeísmo enfocado en una pléyade de seres superiores. Este faraón es considerado como el primer reformador religioso del que se tengan registros históricos. 

Otro de los episodios particulares de su vida fue el inusitado poder que tuvo su pareja, algo insólito hasta ese entonces. El cargo de Gran Esposa Real (título honorífico de la mujer del faraón) recayó en la hermosa pero a la vez muy inteligente Nefertiti, una noble conocida en todo el reino por su deslumbrante belleza física. Ella ejerció el rol de corregente o co-gobernante junto a su marido, y recibió la denominación de Neferneferuatón ("Exquisita es la belleza de Atón") o más bien Neferneferuatón Nefertiti. 

Dentro de las curiosidades sobre Akenatón que bordean la Historia y la ficción, es que en más de alguna oportunidad se le ha relacionado con los extraterrestres, ya que su dios Atón era un disco solar cuya representación según algunos era muy parecida a la de un OVNI o platillo volador. Además, se le muestra en diversas obras artísticas como un personaje con un cráneo extremadamente alargado, a tal punto que no parece humano. Teoría o certeza, se trata por lejos de uno de los faraones más enigmáticos de una civilización que por sí sola fue una de las más enigmáticas que ha existido.